jueves, 31 de diciembre de 2015

AL FIN DE 2015

SANTA CENA
Al partir el pan mi pastor en el altar.
Recuerdo lo colectivo.
El hambre y la necesidad de muchos.
La higuera sola en el patio vestida de invierno.
Látigos contritos del sistema.
Limpias manos de valores y egoístas costumbre.
Harina cernida sobre el delantal de la mujer evangélica.
El hambre de los que van a la feria a vender el pecho.
El pan de los angustiados solos a la orilla del dia.
Doblo la cerviz en el silencio como en el nocturno pizarrón de estrellas.
El hambre de multitudes solas.
El pan de los que caminan junto tras la esperanza.
Espacio y tempo de eternidad.
Este pan, el otro pan; todos los panes juntos.
Con la harina del buen trigo y el agua de la roca.
Roca desnuda de eternidad.
El vino vertido.
Perdición del obrero perdido.
Obrero explotado y confundido.
Esta vez sangre renovadora.
Gota de dolor en la piel.
Limpia y bruñe cristal del alma.
Virtud eficaz de plenitud y mediodía.
Frescor del duro trajín
Cena del mediodía.
Cotidiana Santidad del silencio
Mi pastor parte el pan y el vino.
Entonces soy uno con el colectivo.



ARDIENTE VERANO
Verano, cabaña de madera, las sabanas como nubes emergiendo del mar.
El primer abrazo torpe del beso primero entre poesía no escrita.
Ardientes dunas de carne en el secreto del primer dormitorio.
Tu padre juez de la corte.
Amándote en desbocado corcel bajo la siesta.
Y tu padre buscando mi muerte por subversivo.
-¿Miedo?- -¡No!-
Canto de victoria total en la luz del cenit.
Como epifanía inefable del sabor.
De pronto dejas los abrazos..
Cierras la incógnita bóveda del explicito placer.
Tomas el bolso de ante.
Me miras, te vas.
Sin volverte a ver.
Y tu padre buscándome por subersivo.








3
Vertido en una copa como la lluvia primera en el vacío.
Por eso al tratar de matarme, líquida la muerte me fue vida.
En el espacio del tiempo que acoge vuelvo reiteradamente.
Como un reloj hecho de sangre que palpita.
Sigo el verdadero camino como rio fijo.
Y en la cruda soledad me siento a la luz con el Cristo resurrecto.
Pero del camino no me sacarán.
He venido predicando y cantando hasta perder los dientes.
Que las palabras ya no pueden morderme.
La muerte fue vencida, lo afirmo porque lo creo.
No me mates tu oscura letrina con fétida boca.
Fluye mi sangre con la sangre eternal.

RESURRECCION
Desde niño gusto de sentarme en el porche de la casa en la playa.
La el gentío baja desde oriente a poniente  al mar,
Lo hacen en tres horarios:
Desde diez de la mañana a una pasado mediano en el cenit del dia.
Desde las tres y media a cinco
para disfrutar de treinta y nueve mil novecientos metros de playa.
Y de siete y media de la tarde en el crepúsculo cuando el sol mira para atrás.
En esta última peregrinación siempre van parejas de enamorados.
Dicen adiós al día, tomados de la mano presencian el advenimiento de lanoche.
Difícil de comprender que el advenimiento de la oscuridad  invite a la calma.
Que al surgir lo más negro de la bóveda celestial sea un llamado al amor.
-¿Es que los que aman son necrófilos de la oscuridad?-
A lo largo de la calle han pasado los años.
Descubrí en ellos que lo único que hace hermoso el crepúsculo.
La belleza del ocaso es la seguridad de un próximo amanecer.

VEREDA NORTE
El caballero viene por la vereda norte desde la estación central.
Leyendo en verde como esperanza.
Profesor de una ciudad sitiada.
Los ojos mojados de puro adiós.
Por la puerta, no por el almacén.
Los trenes del viejo ramal a los bosques pequeños.
Comprendiendo la lección en el cristal del tiempo
El pasado compuesto en un próspero futuro.
El caballero viene por la vereda norte desde la estación central.
Diccionario Larousse español.
(Los libros no se leen por osmosis)
Leyendo el viaje de todos los tiempos.
La letra mata la ignorancia abriendo el corazón.
Descifrando caminos.
Maestro del pizarrón y las estrellas como noche espacial.
En un caballero caminante pude leer de pronto
Descifrando hoy  comprendo la palabra amigo.
miércoles, 26 de agosto de 2015



ROSITA HERNANDEZ GARCES
Candado en el muro con todos los silencio.
Asiento cabecera propia de tierna sonrisa.
Pies mojados de sur en la sien cana de tiempos.
Lluvias de esperas al hilo blanco de harina amasada.
Cuando solo tu madre de cuatro esquina vigilas como estrellas.
En mis pobres tierras fijó tus ojos el amor.
Candado en el muro como silencio.
Mi asiento se pierde en tantos adioses duros.
Caminos que legua a legua nombra el labio superior.
Se mojan nuevamente mis zapatos de pena
No tuve senderos para llegar a la conjugación del adiós.
Ya no puedo caminar por eso te acercaste nuevamente.
Junto al tibio rio de la eternidad.


Candado en el muro con todos los silencio.
Asiento cabecera propia de tierna sonrisa.
Pies mojados de sur en la sien cana de tiempos.
Lluvias de esperas al hilo blanco de harina amasada.
Cuando solo tu madre de cuatro esquina vigilas como estrellas.
En mis pobres tierras fijó tus ojos el amor.
Candado en el muro como silencio.
Mi asiento se pierde en tantos adioses duros.
Caminos que legua a legua nombra el labio superior.
Se mojan nuevamente mis zapatos de pena
No tuve senderos para llegar a la conjugación del adiós.
Ya no puedo caminar por eso te acercaste nuevamente.
Junto al tibio rio de la eternidad
viernes, 28 de agosto de 2015

SUREÑA
Una vez como viento a media tarde que entraras.
Empujando los vidrios de mampara con luz de severa sonrisa.
Un poco de aroma antes del poniente.
Solo el murmullo de tu ajetreo en los pasillos.
Concierto platos enlozados como gaviotas revoloteando.
Una vez antes de coronar de luces la tarde.
Tanto sur distante entre arboles inclinados.
Cementerios tristes del duelo en la hija florecida.
Les pregunto con respeto y no quieren responder.
Una vez para el duelo de enaguas y pañuelos.
Que te espero desesperado por eso decido callar.
Inclinado de silencio hago gesto solemne.
En la zona del no estar hurgo el nido crucial de tu ser.
Raíz en tierra profunda del canto a media voz.
Esperando los tonos del silencio.
Un colibrí en el almacén comprando colores.
Y este adiós de madre que no es otra cosa que amanecer.
Ruego contrito mi pecho:
Déjanos la honestidad de tu dulzura.
Honrando palabra del sí es sí y el no prudente prudencia.
Sabiduría de barro y madera.
Déjanos la olla sin hambre de los pehuenes tiernos.
 Nosotros encenderemos el fuego de la honestidad.

Derrama el pecho ríos de cuestiones.
Congoja del ocaso bajo lluvias y distancias.
Despojo el todo entero hasta cubrir tu cielo.
En el opaco nublado ser tu azul puedo.
Contigo y solo tú, aprieto la vida para estrujar gotas de canto.
En tu oído con todos los silencios de nuestros besos.

Amando sobre el tiempo y los espacios.
Destruidos los caminos por andados.
Asoleada estructura ósea hurgando números de relojes.
Insólitas culpas desterradas.
Porta tu perfume de primavera en este cuento angular.
Saltando de la triste lógica convencional.
Para que no sepan senderos que anduvimos.
Sin catres de la vida, ni hamacas.
Despojados aun del tálamo de la muerte.
Tan lejos como el piano aquel que se fue navegando en la lluvia.
Me atajo en mustias ventanas de enero, pero los ojos siguen rodando.
Desarmado por techos de ciertas ciudades.
Aquella siesta de Nueva York mirando los sacrosantos muertos.
Buscando nuestros nombres en lapidas de aire.
Insistiendo:
Amando sobre el tiempo y los espacios.
Destruidos los caminos por andado.
El vientre del futuro gritando.
La media hora después.
El horripilante templo en llamas.
Las serenas frases del iluso dolor.
Ni ángel ni santanas.
Solamente
Amando sobre el tiempo y los espacios.
Destruidos los caminos por andados.

Reclinado ante ti reconozco agua que nace de espina.
Refrescante dolor empeñado en forjar la forma.
Montaña inefable de los senderos.
Dirigido a ninguna parte y sin explicación concurso.
Digo la palabra sin destrozar el sujeto.
En el refugio tuvario de tus venas sin sangre.
Reclinado ante lo que sucede sin opinión.
Escondiendo gestos desarmados en este rostro azaroso.
Muevo el ser, sin decir que te amo ni cómo te amo.
Blanca simpleza del silencio.
 Eres el lenguaje de cerros del sur selváticos como el lamento del puma.
Hambre de luna en la húmeda noche.
Con esa hambre te extraño, deseo llenar espacios de ti.

Deseo sin preguntar cosa alguna.

Cuando tu caminar derramas en bruscos y escarpados  senderos
Sin palabras te grito deseando tu carne de castaña asada.
Dulce noche del bosque austral.
viernes, 02 de octubre de 2015





DE LA CRUZ A LA GLORIA
­-¿Qué valor tiene la palabra en un mundo dominado por la imagen?-
Hay un presupuesto llamado verdad.
Partiendo de La Palabra.
Solo La Escritura.
Habla, indica; interroga.
Escoge la forma como se revela.
Y en la realidad creada.
-¿Quién es Dios?-
No el de la gloria, sino el de la cruz.
Incertidumbre de futuro material.
Los que  cumplen diez costumbres.
La tesis veintiuno antes de Halloween.
Un día abandonaremos este terreno.
La ansiedad y la injusticia.
En este mundo se revela la palabra liberadora.
Buena noticia del trabajo hecho.
Consumado es.
La fe en el mérito de Cristo.
La muerte como un solo paso a la eternidad.
Sola fe.
Confianza en lo que otro ha hecho. CRISTO JESUS.
Sola fe,  seguridad para nuestra desnudez.
Frente al Dios Justo -¡Somos Culpable!-
No es nuestra propia justicia, sino la de otro.
La de Cristo.
Un nombre sin precedente, realidad asombrosa.
La maravilla de la gracia rompe el espiral causa y efecto.
El único que nos ama incondicionalmente.
Nos dio la vida a través de su hijo.
Solo la teología de la cruz tiene sentido en el mensaje de  Jesús.
En el asombro de la gracia.
-¿Dios porque me abandonas?-
Y  habla de lo que ha de venir.
La esperanza  esta oculta en la cruz.
Al tercer día volvió a nacer.
Para ver la lista de hebreos once.
Confesar debilidad e impotencia.
En la debilidad e impotencia habla Dios.
Dios siempre esta a favor del débil.
Sin buscar la aceptación de los poderosos.
Aferrado a la esperanza en Cristo Jesús.
Quien se sabe aceptado es liberado para siempre en eternidad.
sábado, 03 de octubre de 2015




-¿Qué ha pasado en el valle contigo?-
Te hiciste viento, lluvia o nieve?-
Eres un ser libre.
Siempre lo haz sido.
Por eso me permito preguntar,
Aunque solo sea por fustigar el tiempo.
-¿Qué ha pasado en el valle contigo?-
Te hiciste viento, lluvia o nieve?-


Lo que quise decir.
Lo que hago.
En el camino nunca solo.
Siempre tutoreado por el hacedor.


Abriendo noche con Neil Diamond.
En la pequeña disco.
Castaño pelo latigando tus púberes pechos.
Noche marina del dulce fragor.
Fuiste el poema escrito y roto en dictadura.
Cabellera azul de Carol King sobre el piano.
Mil pisadas sobre el maicillo…
Besos que se consumieron en las arenas.
La gata acicalándose en tu ventana.
Asaltando lunas entre trigales…
Todo bello.
Al escribir estas letras recuerdo las mínimas máximas:
Una dama no tiene pasado.
Y a todo caballero le falla la memoria.
Pero puedo confirmar:
Ninguna de las poses de la luna será más bella que tú.

MI PADRE
Mi padre fue ternura.
Viril amabilidad del campo frutal.
Dulce canto fue mi padre.
Austero dirigente del poblado.
Sereno como luna llena galopaba junto a mí a la corriente turbina.
En el chistoso canto dulce armonía.
Metodista cano de silente oración.
Con argumento sabio en el combatiente fragor.
Jamás conocí de él la ira, si la reconciliación.
Copa en mano brindaba por el presidente y el rey salomón.
Llorando exilios buscaba el poniente invocando playas de su nación.

Mi padre fue ternura y amabilidad.
Visitando prisioneros concentrados en el estadio nacional.
Sin temor alguno Cristo conmigo esta.




NO HAY COJO BUENO
Con tu fuerza oh Dios irrumpo en la ira.
Contrito arrepentimiento del débil que soy.
-¿Iré de víctima, tumbo en tumbo por ser débil?-
Lo escribieron en las piedras de la ciudad; no hay cojo bueno.
En la glorificación de los humildes sacaré metralla.
Hiel del cardo será dulce miel en los casos.
A la puerta del redil está el lobo aullando su noche gris.
Por eso la opción de ser ave, plumífera de alto vuelo.
Donde no le moleste a nadie volaré libre.
Besaré nube mayor antes que deshaga su llanto.
Dame la fuerza del odio para hacer amor.
A la puerta del redil está el lobo aullando su noche gris.
Que su aullar no espante la luna.
Para que con luz yo pueda pasar.

Los hijos de la CIA solían ver películas norteamericanas
En un subterráneo de calle moneda.
Obsesionados de secretillos grises.
Los hijos de la CIA como hormigas.
Un conjunto de libertades obtusa s  
Amores inconclusos de poca razón.
Lo escribieron en las piedras de la ciudad; no hay cojo bueno.
Como viejo mantra de las desdichas.
Por eso responde el silencio ágil de las mariposas.
La dulce fiebre de abeja que zumba en el este triunfal del sueño.
miércoles, 14 de octubre de 2015
AMISTAD
Por la avenida de la sicomagia,
Amigos caminando bajo mudas cornisas.
Decimonónica arquitectura que desde niño recorrí.
Azul ahora contigo riendo tu duelo parental.
La universidad con  silentes balcones.
Obreras que conciertan la calles de zapatos y medias oscuras.
Los adoquines de Matucana.
Caballos en estampidas de matemáticas universitarias.
Y tu amigo Carlos, ajeno a este lugar me acompañas.
Digo amigo y miro el tiempo.
La avenida como incógnita batalla.
Por esta vereda  fui colegial, amigo, estudiante de revuelta.
Pero hoy simplemente amigo.
La amistad carece de argumentos.
La amistad simplemente se practica caminando una
Antigua avenida como  Matucana.
16 de octubre 2015 17:30.











ECUADOR 4815
Tranquilo solaz del duro trajín-
Orando quieto enfrento la altiva quilla.
Señor aquí me enseñaste humildad.
No quejo señor santo sino agradezco.
Que en tan duros años hubiese una capilla.
Que de frio la angustia o pena escucha el corazón.
Fuiste casa del ausente solaz.
Del niño ojos grandes por venir.
Entre ollas y gritos tu solaz en la oración.
Calles como trenes de obreros llenas.
Que miran la cruz con detención.
Al margen de lo urbano se dijo amor y dignidad.
Blanca de santidad, capilla la reconciliación.
domingo, 18 de octubre de 2015

Cuando se aprende a vivir en la plena luz se agradece por aquellos que encaminaron a la plenitud de la vida..
Es entonces cuando los nombres de nuestros ayos se convierten en un canto
Doy gratitud por esa amistad cariñosa de tios, primos, amigos que nos indicaron los recodos del camino.
Consejos en voces que jamas cesaran de aconsejar.
Porque el sonido es eterno, solamente la insuficiencias del martillo en el oído medio no seguimos escuchando.
Pero la transmisión sigue.
Cuando escucho música jónica recuerdo los discos de historia de la música de Enrique.
Adriana sigue insistiéndome en los buenos modaales.
Mi padre aun insiste en que sea generoso para honrar el camino a la felicidad que me llevo al éxito.
Tengo enfrente mío la diáfana carcajada de tu madre Cecilia.
La fraterna orientación académica de Jano Liberona en un conocido restaurante al partir a mis estudios académicos superiores.: “termina huevón para que no andes pidiendo por las calles”
Misma jornada en que Nelson Guerra “engrupe menos y estudia más”.
Siempre miro por los ojos del tío Hernán  (me reúno por asuntos laborales con ex compañeros de trabajo de él; por el hago de la lectura me mejor método de trabajo.
Siempre doy gracias al gran arquitecto por quienes me formaron.
Tu tío Jorge, mi padrino aún me dice “tu has estudiado mucho no te dejes cuentear”…
El tío Edmundo, antiguo amigo de mi padre cantando tangos en el living de mi casa en Costa Azul…
Y tu descretina, dándome un efusivo beso en una de las cajas del supermercado líder -¿recuerdas?-
Llevo ese beso como un ósculo santo, la expresión pura de esos amores profundos fraguados a tiempo y distancia Descretina.
 Esos sanos amores que jamás se dejan de amar.
 Siempre los llevo presentes, sois parte de mi sosiego, una de  las piedras fundamentales de mi paz.
-¿cachai impercutida?-

MIRANDOTE
En la zanja quieta del silencio fluye tu ira de liquida tormenta.
Mirándote desde el claroscuro del zaguán.
Ceñido el ceño en  tiempo gris-
Del bosque verde miro sin palabra.
Fluyes entre los tiempos del primer día.
Desde antes de todos los besos que versos se hicieron.
Silencio en el vuelo sobre la quebrada abisal de los pechos.
Disfrutándote cómo eres, renunciando al como soy.
En la zanja quieta del silencio fluye tu ira de liquida tormenta.
Obsequio mudes de ocaso.
Tibio paso en vuelos y graznido.
Porque te di el primer vuelo de la tibia mariposa.
Entonces solo tú y el remolino que eres.
Moviéndote entre los que me quieren y los que me dejaron  de querer.
Quedas  y te meces  como rama pintando sombra en el mismo silencio.
viernes, 23 de octubre de 2015

ADVIENTO COMERCIAL SOCIEDAD ANONIMA.
Todo fue siempre igual.
En la conjugación de las líneas el ajetreo siempre el mismo.
Un mono con caja tamborileando con manija de cuerda en la espalda.
Las cajas multicolores de los escaparates.
Niños corriendo sobre las aceras.
Pero al caer la noche con su mameluco negro todo era distinto.
Hedor de las cunetas a las fosas nasales.
Ebrios caminando tras locomoción.
Luces indolentes que pestañean  inventando el firmamento del infierno.
Mentiras de campanas y trineos.
Verdad de comercio y ambiciosas concordancia.
Construyendo muerte sobre el nacimiento.
Amarillos sobretodos de honorables gánsteres del comercio:
-¡Tomad la estrella mayor y ponerla sobre el puente!-
Para que toda América funcione y compre.
Que transe panamá con  sus edificios.
Pague Buenos Aires y sus café.
Endose Santiago esquina del mapuche sangrante.
Pintad de rojo terciopelo el comercio de Quito.
Los poderosos harán su fiesta.
Recogerán las ganancias en papel tisú que tu tendrás que pagarlo.
Con la tarjeta de crédito.
Con reloj y horario.
Con ocho horas de sufrimiento.
Con la vida en el banco hipotecario.


El hombre de la serpiente corre por la avenida de los pájaros errantes.
Con su estruendo terrible  volando entre los campanarios de la vieja ciudad.
Sobre la vieja capilla atea de tanta paloma.
Se sueña para prolongar la fe.
Lo opaco brota desde los ojos.
Le escribo al hombre entre sus mutilaciones.
A su mugir de turbina en medio de la noche.
Secuencia de amor en el  quemar del petróleo.
Amor con antifaz de plástico en el silencio magistral del reloj.
El asalariado que se atreve a soñar con su corbata de domingo desnudo.
Arrodillarse ante la cumbre de polietileno.
El hombre de la serpiente corre por la avenida de los pájaros errantes.
Los viejos charcos de sudor cubres su puño de humedad.
Alza la vista en el orgullo.
El hombre de la serpiente corre por la avenida de los pájaros errantes.
Vendiendo la nomenclatura de ritos y costumbres.
Ojos de monedas, sueños en la frente delo adormilamiento.

BATACLAN NOVIEMBRE TRECECE DOS MIL QUINCE.
Concierto de teléfonos móviles sonando entre victimas muertas.
Que la estupidez no se atreva a contestar.
Cien  aviones en silencio sobre el metálico concierto acallado.
-¿Alguien tendrá voz en el anfiteatro del terror?- 
Vieja campana de terror ruda sonando entre las naciones.
Concierto de teléfonos móviles sonando entre victimas muertas.
Llanto digital en el débil apice de la vida.
Sordos e irracionales enmucdecidos.
Concierto de teléfonos móviles sonando entre victimas muertas.
A diferencia de lo que escribieron otros.
Yo pido que no se contesten las llamadas.
Ningún sujeto ni predicado explica la barbarie humana.




DECIR
Lo he dicho todo.
-¿Qué más?-
Lo demás es no ser escuchado.
Que vine de ti y de ti nada queda.
Que nunca amaron por la apariencia.
Los muros de la distancias quemaron apariencias.
Las traiciones del alba las que más afectan.
-¿y que más decir estando solo en la tierra?-
Ahora comprendo porque no tuve un bote de vela.
Fueron mias las playas para que los piratas se fueran.
Lo he dicho todo
-¿Qué más?-
Cuando despierte mi hermana
Cantará mi canto la tierra.
En el silencio de vuelo emplumada la fortuna
Lengua mía de heridos versos perdidos.
Os encontraran en Montreal o Paris cerca del rio.
-¡Oh mis hermanos! -
Ch
Si vuestras risas es lo único que he tenido.
-¿Qué más?-
Cuerpo de inmanejables huesos
En el Parque La Cigüeña
De sueños en una ronda los tres se quedará dormido.
miércoles, 02 de diciembre de 2015



232
Estudie la leche en una escuela colorada.
Ventanas de sueños del tercer piso.
Pingos percherones galopando pobres ferias.
Supe un sándwich de esperanza en el pan de amanecer.
Mozas profesoras de marinos por querer.
Bandera de mi escuela roja.
Me levanto en tu campana para el silencio hacer.
Maduró el librero  en la fría facultad de los campos de Beauchef.
Pero fue roja la escuela del saber.
En el críptico lenguaje de ser niño.
El verso de mi escuela roja entenderéis
miércoles, 02 de diciembre de 2015

TAL VEZ
Fugaces estrellas en el firmamento.
Ni fugaces ni estrellas.
Un rio de asteroides en que la tierra entera se hunde.
Rio de luces como la sonrisa de mi hermana.
Rio en que se baña mi mirada.
Solo miro.
Todo gira ante mis ojos de cubito dorsal en la arena gris.
Como el tren que nos trajo.
Nomenclatura de viajes y lejanía.
Alba en que somos verdad de cano pelo.
Fugaces estrellas en el firmamento.
Ni fugaces ni estrellas.
Un rio de asteroides en que la tierra entera se hunde.
Rio de luces como la sonrisa de mi hermana.
El pedazo trino que somos  cuando aún la primavera.
Y el invierno aquel del gran bosque.
También estrellas del que fui, de ser; y seremos siempre.
Estaremos, aunque en el momento de partir dejemos bultos abandonado.
Sonará el latir que gira.
Fugaces estrellas en el firmamento.
Noche intrínseca del activo silencio.
En  muro  a taladrar piedras de edificio.
Colocar papelitos dorados con tu nombre.
Papelitos que caen desde una avioneta.
Simulando nieve, o tal vez el otoño que se nos vino.
jueves, 10 de diciembre de 2015


SIEMPRE ES  ASI
                               A:Cristobal Orellana Osorio 
-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Por cojo y por tuerto, por ciego y por mudo.
Específicamente  por paralitico.
Diferente en el color del amanecer.
Nos buscamos porque es ciega y no la he visto nunca.
Entre piedras milenarias y muertes sacramentales.
Por amarillos caminos oceánicos.
El viejo grito de desesperación en el avismo de entelequias
Mirando desde mendigo el castillo que nos pertenece.
Los buitres tuertos del agro anterior.
También fueron injustas sus semillas.
El viejo harina cernida jamás volvió el martes que dijo.
Nadie creerá en un hombre diferente por su aspecto.
La pedrada azul en tiempos de aires celestes.
En el olor del jazmín que dicta el deseo de paz.
Frunció el ceño ocultando el rostro .







Pregunte por ella a los actuarios.
La busqué en manguillas de escribientes.
Gritó diciendo para ti no estoy  yo.

-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Entonces grité justicia al firmamento
Fue cuando contestó Dios.
Eso fue el silencio… un activo silencio.
Silencio de paz en el corazón.
jueves, 10 de diciembre de 2015








Verte como caes en traición.
Protegido por bastas primaveras.
El hielo calculador de tu sonrisa cae.
Caes en tu ambicioso abismo en húmedas nubes.
Nada me pasará.
Te golpeas al entrar y salir de prisa.
Limpio de ti observo de lejos.
Mi jardín siempre tiene primaveras.
Tu ambición os aplastara como moneda gigante.
Mas gigante que tu egoísmo. 
viernes, 25 de diciembre de 2015

Entre tantas bifurcaciones llegue hasta aquí.
A pesar de la niebla no me he perdido.
Como he ido en santo camino perdido jamás me sentí.
Tu perfume inefable, aquel que el nombre ignoro, no se explicar.
Me guía a tu sur completo.
Sentado en la penumbra de los años, aprendiendo a callar.
Amando entre golpes del destino.
Solo sur en oscuros ojos.
Os apoyaré en lo que te queda de camino.







Este susurro de siempre.
Lunes a domingo por todas partes.
Abriendo ventanas a tu nombre.
Soñando aires de pájaros ajenos.
El exilio que fue…
Cuando el gran día llegó.
Confesé en el m ismo discurso.
Susurro no monótono en mi idioma extranjero.
Cuando cae la nieve
Tu mirada en la ventana.

Este susurro os dice te quiero.

jueves, 10 de diciembre de 2015

SIEMPRE ES ASI


                               A:Cristobal Orellana Osorio 
-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Por cojo y por tuerto, por ciego y por mudo.
Específicamente  por paralitico.
Diferente en el color del amanecer.
Nos buscamos porque es ciega y no la he visto nunca.
Entre piedras milenarias y muertes sacramentales.
Por amarillos caminos oceánicos.
El viejo grito de desesperación en el avismo de entelequias
Mirando desde mendigo el castillo que nos pertenece.
Los buitres tuertos del agro anterior.
También fueron injustas sus semillas.
El viejo harina cernida jamás volvió el martes que dijo.
Nadie creerá en un hombre diferente por su aspecto.
La pedrada azul en tiempos de aires celestes.
En el olor del jazmín que dicta el deseo de paz.
Frunció el ceño ocultando el rostro .







Pregunte por ella a los actuarios.
La busqué en manguillas de escribientes.
Gritó diciendo para ti no estoy  yo.

-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Entonces grité justicia al firmamento
Fue cuando contestó Dios.
Eso fue el silencio… un activo silencio.
Silencio de paz en el corazón.
jueves, 10 de diciembre de 2015