domingo, 18 de septiembre de 2016

ANOTACIONES INCIDENTALES

MENU DEL MARTES NUBLADO
Pescado frito.
Pero no cualquier pescado.
Sino lenguado.
Pescado en la arenosa playa donde puso mis chuecos pies.
Para salarlos de distancias.
Chuecos pies que no han pasado por caminos torcidos.
Pescado frito.
Gotas de claro limón.
Cremoso puré aromado de sabrosa fritanga
martes, 23 de agosto de 2016


LO CIERTO.
Ni buenos, ni malos.
Ni ricos, ni pobres.
Ni hambre, ni hiel.
Ni santos, ni pecadores.
Solo explotadores y explotados.
viernes, 26 de agosto de 2016







ANACRONISMO DE VISITA
Vendrás de pasadita con El Siglo.
Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Chile. 
A la hora del improviso.
Mientras Mari Iniescar viaja en tren de trocha corta por la pampa.

Estoy leyendo  Granma  y degustando quesos

Mientras mi hermano pone un disco de Jean Ferrat

En la tarde de los cantones del este.


Vendrás de pasadita con El Siglo.
Después o antes de una reunión en que cuya tabla dice
“como recuperar lo que le robaron al hombre en Septiembre”
Hay café, tomate y pan.
…no llueve… es invierno…
Tal vez
Pero siempre en el camino hasta el triufo final.
vendrás de pasadita con El Siglo.
Siempre te digo en broma que no se leer.
-¡No es cierto!-
A pesar de tanta dificultad
Aprendí a leer en el rostro de un obrero orando en la capilla.
Siempre lo recuerdo.
-¿Para qué más lenguaje?-
Leyendo Granma
Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
-¿Para qué más lenguaje?-
-¡Si los sueños son posibles!-
                Viernes, 26 de agosto de 2016


HERMOSA
Exageradamente hermosa.
De perfecta extensión.
Como noche venida encima.
Noche de la cual solo vez amor.
Exageradamente hermosa.
Cala color porcelana.
Brutal estremecimiento.
Generadora de luz.
Silenciosa invasión invernal.
Eres lluvias y vasta sequedad.
Avasallas de maravillas mirada extendida.
Aromas la vida cuando se llena de ri.
Exageradamente hermosa.
jueves, 01 de septiembre de 2016











-¿Para qué tanto esperar si siempre he sido golondrina?-
Viviendo sobre el alambre.
Sin nido.
Ahí en frente de todos.
Esperando un buque de marinería simple.
Gente que llega y se va.
Multitudinariamente solo.
-¿Para qué tanto esperar si siempre he sido golondrina?-
-¿Y ahora a mitad de la tarde invernal  reclamo los fríos portales?
Si ya sé que nadie vendrá ni partiré a alguna parte.













LEYENDO
Leyendo de pie la redondez del mundo.
Presentando mil caras de la belleza.
Aunque la belleza no tiene caras ni mascaras.
La belleza también es el sufriente que sigue caminando.
Leyendo de pie en mi patio de casa.
De pie porque las sillas se cansaron como viejos caballos.
Doblaron sus patas deformes a la supremacía del tiempo.
Tanto me cuesta digitar estas letras que observo escuchando.
Transporto mi ser a la materia.
El ser se quedara con la medida de inmensidad.
Lo demás caerá deforme en la forma.
Como  deformados que arrodillan cuerpos  bajo la cúpula.
La cúpula de la iglesia San  Francisco Javier en Nueva York.
Formas de deformados del mismo Dios orando.
Igual que las patas de deformadas sillas de mi casa.
jueves, 08 de septiembre de 2016










Aunque no lo creas se todo o que sucede, por eso mi silencio. Se de tu lucha de buena hija cuidando la dulce ancianidad de la flor que partió. Y del duelo silente del deudo mayor en su huertas y sus hoyos. Se de los conflictos fundamentales del padre cuando se queda solo.
Lo se pues aprendí a leer en tu mirada profunda como paterno bosque. Se cuándo estas cansada de lluvias y distancias queriendo cumplir como reloj de arena todos los días del universo.
Por eso no m e enojo cuando injustificada te enojas y declamas vehemente tu causa. Yo soy para eso, te escucho la palabra cansada, tu stress de mujer luchadora. Laboriosa hormiga que construyes el universo.
Conozco tu abrazo perdonador de hermana mutilada por la injuria.
He llorado en secreto todos tus duelos. Porque he puesto mi corazón en tu corazón, y no me afligiría vivir tu misma muerte. Para que sigas arrastrando tu bendición por este mundo.
Hayo innecesario defenderte de las agresiones. Porque eres el perdón angelical del mediodía en tu huerta.

Si quieres tratarme mal y eso te relaja -¡heme aquí trátame mal a mí!-




Amigo digo la palabra y abro la fraterna dimensión de los credos. Aparecen gigantes columnas de adolecente en el palacio triunfal de la risa. Aprendiendo inglés con un  sartén enemigo, que no es sartén sino un arma mortal y  pesada bajo la cual aprendimos a hablar con el enemigo.
Instantes para comenzar a estudiar griego, previamente recorriendo la marinería con el botín de  guerra en Talcahuano después de la asamblea espiritual donde se discutió el hambre de los indefensos.
 En un instante florido descorchando pétalos de explosión con el torrente musical de negro piano por inocentes duelos de una guerra que jamás se dio.
Amistad en el domingo de agosto caluroso y fugas en Nueva Y
Amigo digo la palabra y abro la fraterna dimensión de los credos. Aparecen gigantes columnas de adolecente en el palacio triunfal de la risa. Aprendiendo inglés con un  sartén enemigo, que no es sartén sino un arma mortal y  pesada bajo la cual aprendimos a hablar con el enemigo.
Instantes para comenzar a estudiar griego, previamente recorriendo la marinería con el botín de  guerra en Talcahuano después de la asamblea espiritual donde se discutió el hambre de los indefensos.
 En un instante florido descorchando pétalos de explosión con el torrente musical de negro piano por inocentes duelos de una guerra que jamás se dio.

Amigo en un domingo fugas de Nueva York ardiente como grano de uva estival presagiando la guerra los próximos siglos anacrónicos e insabidos. Judíos con bolsones de cuero negro con la ley y siete monedas de oros en Wall Street cerca del Seminario donde manoseamos a Dios .
A la media cuadra de sueños encerrados como perros que furiosos ladran parecidos a briosos caballos que quieren partir.

En el aromático sorbo del Martini cerca del mar con los dientes chirriando de arenas cuyos granos sirvieron para construir el inmenso futuro donde solo fuimos una agreste voz activa e inconsulta.

La suerte de tener amigo todos los días en la cotidianidad del musculo donde se cumple la palabra empeñada.  Vernos en espejo  múltiple al salto terrible del siglo, oteando razones que no aparecieron. Porque la cotidianeidad no os avisa que estás haciendo historia. Cantando juntos como viejos luchadores milenarios ante los muros de Jericó para hacer caer la indolente vergüenza de no saber.

Prepararnos en la palabra para decir más  que declamar. Porque decir es importante, salimos de nosotros en un sonido que significa algo: estoy aquí, si llueve tú te mojas y también me mojo. Si es sed la agobiante, juntos cavamos la noria donde surge el agua.

Amigo es la arquitectura gregaria y colectiva de la vieja caverna. Los viejos lobos que de  viejos esperamos buses en una vieja plaza del Balneario de Llolleo. Porque las grandes estepas de ayer, los fríos lodazales quedan distantes para las cansinas y chuecas  patas.

Solo amigos, sin la conflictiva cotidianidad. Amigos de esta poesía que sirve para fustigar los tiempos sin olvidos.  Lo pasado en el alma pura es sonrisa de luz.


Entonces así con insuficiencias puras digo amigo y apareces de pronto tin llamarte como un golpe de campanario en la mañana de un  domingo que anuncia pan y vino en las mesas de contar abundancias deshojadas en la culminación de la cosecha. Como vino envasado parido en la vendimia de este barrio con parrones donde gritamos la vida al ser paridos.

En la plena madures la amistad es un péndulo que no va ni regresa como hora   detenida en el cenit al mediodía como la playa que nos entregaron sin decirnos que era nuestra.  Calmo el musculo ya no en contienda, reflexivo de brumas y blancas aguas ajenas.
Nos damos cuenta que siempre hemos estado. Aunque yo partí a tierras extrañas con bosques de otras cepas,  hay un punto inmóvil del comienzo y final donde siendo los mismos cantamos el mismo tema. Hoy sin dudas ni temor. Como el punto angular que la forma se ser reverencia.
Amigo que miras en lontananza a ver si en un medio de locomoción regresas. No importa las canas nuevas. En un restaurant no para llorar sino contarnos alegrías nuevas.

Con el paso de los años se ven a los amigos en ventanas y vidrieras. Y el mágico óptico los hace sonreír  como en el mejor día de primavera.
Vienes caminando con un libro de viejos cuentos de puertos fluviales con medallas de otras charreteras.
Convencidos que podemos jugar el mismo juego pero con barajas nuevas. Y el tinte azul solo es espera en lontananza, y eso es ser feliz porque se convierte en esperanza.
La esperanza no es otra cosa que el espacio de tiempo donde el mañana por designación, siempre será mejor que el ayer.
Pocas veces pensamos en la dicha de tener amigos. No en el fragor de todos los días como el chispear del esmeril.
Sino aquel que un día compartió con nos el dulce placer de una partida de ajedrez, un vino fino sin embriagarse, los quesos de Paris a bajarse del aeropuerto. El vodka con jugo de mango como aperitivo de la cena. Una  ensalada de luche el eco de las marejadas de atardecer.

 Es bueno por cierto repetir ciertos nombres impidiendo el olvido. Recordarlos siempre en libertad. Sin añorarlos, construimos juntos y pasaron. 
Lo que restan como un dulce sabor territorial de ciertos aromas de la tierra. Este aroma me recuerda a Luis, este Canto a Pancho sereno y reflexivo. Aquel rock a  Roberto. Y suenan como despertadores en el gran colchón.  Una dulce magia intempestiva  que nos dice que no estamos solos porque no nos hicimos solos.
Somos la parte que falta del todo en este mundo nuestro. La resta radical de un conjunto de sueños. Brazos que se hicieron abrazos con los brazos nuestros. 
Cantos individuales que con otros canto fueron armoniosos corales.  Improvisadas sillas que con las sentadas que hicimos fuimos mutuas esperas. Calmas fundamentales de la solida amistad en tiempos líquidos en inciertos.
Por decir amigo como tu estoy acompañado. CIERTO




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