jueves, 31 de diciembre de 2015

AL FIN DE 2015

SANTA CENA
Al partir el pan mi pastor en el altar.
Recuerdo lo colectivo.
El hambre y la necesidad de muchos.
La higuera sola en el patio vestida de invierno.
Látigos contritos del sistema.
Limpias manos de valores y egoístas costumbre.
Harina cernida sobre el delantal de la mujer evangélica.
El hambre de los que van a la feria a vender el pecho.
El pan de los angustiados solos a la orilla del dia.
Doblo la cerviz en el silencio como en el nocturno pizarrón de estrellas.
El hambre de multitudes solas.
El pan de los que caminan junto tras la esperanza.
Espacio y tempo de eternidad.
Este pan, el otro pan; todos los panes juntos.
Con la harina del buen trigo y el agua de la roca.
Roca desnuda de eternidad.
El vino vertido.
Perdición del obrero perdido.
Obrero explotado y confundido.
Esta vez sangre renovadora.
Gota de dolor en la piel.
Limpia y bruñe cristal del alma.
Virtud eficaz de plenitud y mediodía.
Frescor del duro trajín
Cena del mediodía.
Cotidiana Santidad del silencio
Mi pastor parte el pan y el vino.
Entonces soy uno con el colectivo.



ARDIENTE VERANO
Verano, cabaña de madera, las sabanas como nubes emergiendo del mar.
El primer abrazo torpe del beso primero entre poesía no escrita.
Ardientes dunas de carne en el secreto del primer dormitorio.
Tu padre juez de la corte.
Amándote en desbocado corcel bajo la siesta.
Y tu padre buscando mi muerte por subversivo.
-¿Miedo?- -¡No!-
Canto de victoria total en la luz del cenit.
Como epifanía inefable del sabor.
De pronto dejas los abrazos..
Cierras la incógnita bóveda del explicito placer.
Tomas el bolso de ante.
Me miras, te vas.
Sin volverte a ver.
Y tu padre buscándome por subersivo.








3
Vertido en una copa como la lluvia primera en el vacío.
Por eso al tratar de matarme, líquida la muerte me fue vida.
En el espacio del tiempo que acoge vuelvo reiteradamente.
Como un reloj hecho de sangre que palpita.
Sigo el verdadero camino como rio fijo.
Y en la cruda soledad me siento a la luz con el Cristo resurrecto.
Pero del camino no me sacarán.
He venido predicando y cantando hasta perder los dientes.
Que las palabras ya no pueden morderme.
La muerte fue vencida, lo afirmo porque lo creo.
No me mates tu oscura letrina con fétida boca.
Fluye mi sangre con la sangre eternal.

RESURRECCION
Desde niño gusto de sentarme en el porche de la casa en la playa.
La el gentío baja desde oriente a poniente  al mar,
Lo hacen en tres horarios:
Desde diez de la mañana a una pasado mediano en el cenit del dia.
Desde las tres y media a cinco
para disfrutar de treinta y nueve mil novecientos metros de playa.
Y de siete y media de la tarde en el crepúsculo cuando el sol mira para atrás.
En esta última peregrinación siempre van parejas de enamorados.
Dicen adiós al día, tomados de la mano presencian el advenimiento de lanoche.
Difícil de comprender que el advenimiento de la oscuridad  invite a la calma.
Que al surgir lo más negro de la bóveda celestial sea un llamado al amor.
-¿Es que los que aman son necrófilos de la oscuridad?-
A lo largo de la calle han pasado los años.
Descubrí en ellos que lo único que hace hermoso el crepúsculo.
La belleza del ocaso es la seguridad de un próximo amanecer.

VEREDA NORTE
El caballero viene por la vereda norte desde la estación central.
Leyendo en verde como esperanza.
Profesor de una ciudad sitiada.
Los ojos mojados de puro adiós.
Por la puerta, no por el almacén.
Los trenes del viejo ramal a los bosques pequeños.
Comprendiendo la lección en el cristal del tiempo
El pasado compuesto en un próspero futuro.
El caballero viene por la vereda norte desde la estación central.
Diccionario Larousse español.
(Los libros no se leen por osmosis)
Leyendo el viaje de todos los tiempos.
La letra mata la ignorancia abriendo el corazón.
Descifrando caminos.
Maestro del pizarrón y las estrellas como noche espacial.
En un caballero caminante pude leer de pronto
Descifrando hoy  comprendo la palabra amigo.
miércoles, 26 de agosto de 2015



ROSITA HERNANDEZ GARCES
Candado en el muro con todos los silencio.
Asiento cabecera propia de tierna sonrisa.
Pies mojados de sur en la sien cana de tiempos.
Lluvias de esperas al hilo blanco de harina amasada.
Cuando solo tu madre de cuatro esquina vigilas como estrellas.
En mis pobres tierras fijó tus ojos el amor.
Candado en el muro como silencio.
Mi asiento se pierde en tantos adioses duros.
Caminos que legua a legua nombra el labio superior.
Se mojan nuevamente mis zapatos de pena
No tuve senderos para llegar a la conjugación del adiós.
Ya no puedo caminar por eso te acercaste nuevamente.
Junto al tibio rio de la eternidad.


Candado en el muro con todos los silencio.
Asiento cabecera propia de tierna sonrisa.
Pies mojados de sur en la sien cana de tiempos.
Lluvias de esperas al hilo blanco de harina amasada.
Cuando solo tu madre de cuatro esquina vigilas como estrellas.
En mis pobres tierras fijó tus ojos el amor.
Candado en el muro como silencio.
Mi asiento se pierde en tantos adioses duros.
Caminos que legua a legua nombra el labio superior.
Se mojan nuevamente mis zapatos de pena
No tuve senderos para llegar a la conjugación del adiós.
Ya no puedo caminar por eso te acercaste nuevamente.
Junto al tibio rio de la eternidad
viernes, 28 de agosto de 2015

SUREÑA
Una vez como viento a media tarde que entraras.
Empujando los vidrios de mampara con luz de severa sonrisa.
Un poco de aroma antes del poniente.
Solo el murmullo de tu ajetreo en los pasillos.
Concierto platos enlozados como gaviotas revoloteando.
Una vez antes de coronar de luces la tarde.
Tanto sur distante entre arboles inclinados.
Cementerios tristes del duelo en la hija florecida.
Les pregunto con respeto y no quieren responder.
Una vez para el duelo de enaguas y pañuelos.
Que te espero desesperado por eso decido callar.
Inclinado de silencio hago gesto solemne.
En la zona del no estar hurgo el nido crucial de tu ser.
Raíz en tierra profunda del canto a media voz.
Esperando los tonos del silencio.
Un colibrí en el almacén comprando colores.
Y este adiós de madre que no es otra cosa que amanecer.
Ruego contrito mi pecho:
Déjanos la honestidad de tu dulzura.
Honrando palabra del sí es sí y el no prudente prudencia.
Sabiduría de barro y madera.
Déjanos la olla sin hambre de los pehuenes tiernos.
 Nosotros encenderemos el fuego de la honestidad.

Derrama el pecho ríos de cuestiones.
Congoja del ocaso bajo lluvias y distancias.
Despojo el todo entero hasta cubrir tu cielo.
En el opaco nublado ser tu azul puedo.
Contigo y solo tú, aprieto la vida para estrujar gotas de canto.
En tu oído con todos los silencios de nuestros besos.

Amando sobre el tiempo y los espacios.
Destruidos los caminos por andados.
Asoleada estructura ósea hurgando números de relojes.
Insólitas culpas desterradas.
Porta tu perfume de primavera en este cuento angular.
Saltando de la triste lógica convencional.
Para que no sepan senderos que anduvimos.
Sin catres de la vida, ni hamacas.
Despojados aun del tálamo de la muerte.
Tan lejos como el piano aquel que se fue navegando en la lluvia.
Me atajo en mustias ventanas de enero, pero los ojos siguen rodando.
Desarmado por techos de ciertas ciudades.
Aquella siesta de Nueva York mirando los sacrosantos muertos.
Buscando nuestros nombres en lapidas de aire.
Insistiendo:
Amando sobre el tiempo y los espacios.
Destruidos los caminos por andado.
El vientre del futuro gritando.
La media hora después.
El horripilante templo en llamas.
Las serenas frases del iluso dolor.
Ni ángel ni santanas.
Solamente
Amando sobre el tiempo y los espacios.
Destruidos los caminos por andados.

Reclinado ante ti reconozco agua que nace de espina.
Refrescante dolor empeñado en forjar la forma.
Montaña inefable de los senderos.
Dirigido a ninguna parte y sin explicación concurso.
Digo la palabra sin destrozar el sujeto.
En el refugio tuvario de tus venas sin sangre.
Reclinado ante lo que sucede sin opinión.
Escondiendo gestos desarmados en este rostro azaroso.
Muevo el ser, sin decir que te amo ni cómo te amo.
Blanca simpleza del silencio.
 Eres el lenguaje de cerros del sur selváticos como el lamento del puma.
Hambre de luna en la húmeda noche.
Con esa hambre te extraño, deseo llenar espacios de ti.

Deseo sin preguntar cosa alguna.

Cuando tu caminar derramas en bruscos y escarpados  senderos
Sin palabras te grito deseando tu carne de castaña asada.
Dulce noche del bosque austral.
viernes, 02 de octubre de 2015





DE LA CRUZ A LA GLORIA
­-¿Qué valor tiene la palabra en un mundo dominado por la imagen?-
Hay un presupuesto llamado verdad.
Partiendo de La Palabra.
Solo La Escritura.
Habla, indica; interroga.
Escoge la forma como se revela.
Y en la realidad creada.
-¿Quién es Dios?-
No el de la gloria, sino el de la cruz.
Incertidumbre de futuro material.
Los que  cumplen diez costumbres.
La tesis veintiuno antes de Halloween.
Un día abandonaremos este terreno.
La ansiedad y la injusticia.
En este mundo se revela la palabra liberadora.
Buena noticia del trabajo hecho.
Consumado es.
La fe en el mérito de Cristo.
La muerte como un solo paso a la eternidad.
Sola fe.
Confianza en lo que otro ha hecho. CRISTO JESUS.
Sola fe,  seguridad para nuestra desnudez.
Frente al Dios Justo -¡Somos Culpable!-
No es nuestra propia justicia, sino la de otro.
La de Cristo.
Un nombre sin precedente, realidad asombrosa.
La maravilla de la gracia rompe el espiral causa y efecto.
El único que nos ama incondicionalmente.
Nos dio la vida a través de su hijo.
Solo la teología de la cruz tiene sentido en el mensaje de  Jesús.
En el asombro de la gracia.
-¿Dios porque me abandonas?-
Y  habla de lo que ha de venir.
La esperanza  esta oculta en la cruz.
Al tercer día volvió a nacer.
Para ver la lista de hebreos once.
Confesar debilidad e impotencia.
En la debilidad e impotencia habla Dios.
Dios siempre esta a favor del débil.
Sin buscar la aceptación de los poderosos.
Aferrado a la esperanza en Cristo Jesús.
Quien se sabe aceptado es liberado para siempre en eternidad.
sábado, 03 de octubre de 2015




-¿Qué ha pasado en el valle contigo?-
Te hiciste viento, lluvia o nieve?-
Eres un ser libre.
Siempre lo haz sido.
Por eso me permito preguntar,
Aunque solo sea por fustigar el tiempo.
-¿Qué ha pasado en el valle contigo?-
Te hiciste viento, lluvia o nieve?-


Lo que quise decir.
Lo que hago.
En el camino nunca solo.
Siempre tutoreado por el hacedor.


Abriendo noche con Neil Diamond.
En la pequeña disco.
Castaño pelo latigando tus púberes pechos.
Noche marina del dulce fragor.
Fuiste el poema escrito y roto en dictadura.
Cabellera azul de Carol King sobre el piano.
Mil pisadas sobre el maicillo…
Besos que se consumieron en las arenas.
La gata acicalándose en tu ventana.
Asaltando lunas entre trigales…
Todo bello.
Al escribir estas letras recuerdo las mínimas máximas:
Una dama no tiene pasado.
Y a todo caballero le falla la memoria.
Pero puedo confirmar:
Ninguna de las poses de la luna será más bella que tú.

MI PADRE
Mi padre fue ternura.
Viril amabilidad del campo frutal.
Dulce canto fue mi padre.
Austero dirigente del poblado.
Sereno como luna llena galopaba junto a mí a la corriente turbina.
En el chistoso canto dulce armonía.
Metodista cano de silente oración.
Con argumento sabio en el combatiente fragor.
Jamás conocí de él la ira, si la reconciliación.
Copa en mano brindaba por el presidente y el rey salomón.
Llorando exilios buscaba el poniente invocando playas de su nación.

Mi padre fue ternura y amabilidad.
Visitando prisioneros concentrados en el estadio nacional.
Sin temor alguno Cristo conmigo esta.




NO HAY COJO BUENO
Con tu fuerza oh Dios irrumpo en la ira.
Contrito arrepentimiento del débil que soy.
-¿Iré de víctima, tumbo en tumbo por ser débil?-
Lo escribieron en las piedras de la ciudad; no hay cojo bueno.
En la glorificación de los humildes sacaré metralla.
Hiel del cardo será dulce miel en los casos.
A la puerta del redil está el lobo aullando su noche gris.
Por eso la opción de ser ave, plumífera de alto vuelo.
Donde no le moleste a nadie volaré libre.
Besaré nube mayor antes que deshaga su llanto.
Dame la fuerza del odio para hacer amor.
A la puerta del redil está el lobo aullando su noche gris.
Que su aullar no espante la luna.
Para que con luz yo pueda pasar.

Los hijos de la CIA solían ver películas norteamericanas
En un subterráneo de calle moneda.
Obsesionados de secretillos grises.
Los hijos de la CIA como hormigas.
Un conjunto de libertades obtusa s  
Amores inconclusos de poca razón.
Lo escribieron en las piedras de la ciudad; no hay cojo bueno.
Como viejo mantra de las desdichas.
Por eso responde el silencio ágil de las mariposas.
La dulce fiebre de abeja que zumba en el este triunfal del sueño.
miércoles, 14 de octubre de 2015
AMISTAD
Por la avenida de la sicomagia,
Amigos caminando bajo mudas cornisas.
Decimonónica arquitectura que desde niño recorrí.
Azul ahora contigo riendo tu duelo parental.
La universidad con  silentes balcones.
Obreras que conciertan la calles de zapatos y medias oscuras.
Los adoquines de Matucana.
Caballos en estampidas de matemáticas universitarias.
Y tu amigo Carlos, ajeno a este lugar me acompañas.
Digo amigo y miro el tiempo.
La avenida como incógnita batalla.
Por esta vereda  fui colegial, amigo, estudiante de revuelta.
Pero hoy simplemente amigo.
La amistad carece de argumentos.
La amistad simplemente se practica caminando una
Antigua avenida como  Matucana.
16 de octubre 2015 17:30.











ECUADOR 4815
Tranquilo solaz del duro trajín-
Orando quieto enfrento la altiva quilla.
Señor aquí me enseñaste humildad.
No quejo señor santo sino agradezco.
Que en tan duros años hubiese una capilla.
Que de frio la angustia o pena escucha el corazón.
Fuiste casa del ausente solaz.
Del niño ojos grandes por venir.
Entre ollas y gritos tu solaz en la oración.
Calles como trenes de obreros llenas.
Que miran la cruz con detención.
Al margen de lo urbano se dijo amor y dignidad.
Blanca de santidad, capilla la reconciliación.
domingo, 18 de octubre de 2015

Cuando se aprende a vivir en la plena luz se agradece por aquellos que encaminaron a la plenitud de la vida..
Es entonces cuando los nombres de nuestros ayos se convierten en un canto
Doy gratitud por esa amistad cariñosa de tios, primos, amigos que nos indicaron los recodos del camino.
Consejos en voces que jamas cesaran de aconsejar.
Porque el sonido es eterno, solamente la insuficiencias del martillo en el oído medio no seguimos escuchando.
Pero la transmisión sigue.
Cuando escucho música jónica recuerdo los discos de historia de la música de Enrique.
Adriana sigue insistiéndome en los buenos modaales.
Mi padre aun insiste en que sea generoso para honrar el camino a la felicidad que me llevo al éxito.
Tengo enfrente mío la diáfana carcajada de tu madre Cecilia.
La fraterna orientación académica de Jano Liberona en un conocido restaurante al partir a mis estudios académicos superiores.: “termina huevón para que no andes pidiendo por las calles”
Misma jornada en que Nelson Guerra “engrupe menos y estudia más”.
Siempre miro por los ojos del tío Hernán  (me reúno por asuntos laborales con ex compañeros de trabajo de él; por el hago de la lectura me mejor método de trabajo.
Siempre doy gracias al gran arquitecto por quienes me formaron.
Tu tío Jorge, mi padrino aún me dice “tu has estudiado mucho no te dejes cuentear”…
El tío Edmundo, antiguo amigo de mi padre cantando tangos en el living de mi casa en Costa Azul…
Y tu descretina, dándome un efusivo beso en una de las cajas del supermercado líder -¿recuerdas?-
Llevo ese beso como un ósculo santo, la expresión pura de esos amores profundos fraguados a tiempo y distancia Descretina.
 Esos sanos amores que jamás se dejan de amar.
 Siempre los llevo presentes, sois parte de mi sosiego, una de  las piedras fundamentales de mi paz.
-¿cachai impercutida?-

MIRANDOTE
En la zanja quieta del silencio fluye tu ira de liquida tormenta.
Mirándote desde el claroscuro del zaguán.
Ceñido el ceño en  tiempo gris-
Del bosque verde miro sin palabra.
Fluyes entre los tiempos del primer día.
Desde antes de todos los besos que versos se hicieron.
Silencio en el vuelo sobre la quebrada abisal de los pechos.
Disfrutándote cómo eres, renunciando al como soy.
En la zanja quieta del silencio fluye tu ira de liquida tormenta.
Obsequio mudes de ocaso.
Tibio paso en vuelos y graznido.
Porque te di el primer vuelo de la tibia mariposa.
Entonces solo tú y el remolino que eres.
Moviéndote entre los que me quieren y los que me dejaron  de querer.
Quedas  y te meces  como rama pintando sombra en el mismo silencio.
viernes, 23 de octubre de 2015

ADVIENTO COMERCIAL SOCIEDAD ANONIMA.
Todo fue siempre igual.
En la conjugación de las líneas el ajetreo siempre el mismo.
Un mono con caja tamborileando con manija de cuerda en la espalda.
Las cajas multicolores de los escaparates.
Niños corriendo sobre las aceras.
Pero al caer la noche con su mameluco negro todo era distinto.
Hedor de las cunetas a las fosas nasales.
Ebrios caminando tras locomoción.
Luces indolentes que pestañean  inventando el firmamento del infierno.
Mentiras de campanas y trineos.
Verdad de comercio y ambiciosas concordancia.
Construyendo muerte sobre el nacimiento.
Amarillos sobretodos de honorables gánsteres del comercio:
-¡Tomad la estrella mayor y ponerla sobre el puente!-
Para que toda América funcione y compre.
Que transe panamá con  sus edificios.
Pague Buenos Aires y sus café.
Endose Santiago esquina del mapuche sangrante.
Pintad de rojo terciopelo el comercio de Quito.
Los poderosos harán su fiesta.
Recogerán las ganancias en papel tisú que tu tendrás que pagarlo.
Con la tarjeta de crédito.
Con reloj y horario.
Con ocho horas de sufrimiento.
Con la vida en el banco hipotecario.


El hombre de la serpiente corre por la avenida de los pájaros errantes.
Con su estruendo terrible  volando entre los campanarios de la vieja ciudad.
Sobre la vieja capilla atea de tanta paloma.
Se sueña para prolongar la fe.
Lo opaco brota desde los ojos.
Le escribo al hombre entre sus mutilaciones.
A su mugir de turbina en medio de la noche.
Secuencia de amor en el  quemar del petróleo.
Amor con antifaz de plástico en el silencio magistral del reloj.
El asalariado que se atreve a soñar con su corbata de domingo desnudo.
Arrodillarse ante la cumbre de polietileno.
El hombre de la serpiente corre por la avenida de los pájaros errantes.
Los viejos charcos de sudor cubres su puño de humedad.
Alza la vista en el orgullo.
El hombre de la serpiente corre por la avenida de los pájaros errantes.
Vendiendo la nomenclatura de ritos y costumbres.
Ojos de monedas, sueños en la frente delo adormilamiento.

BATACLAN NOVIEMBRE TRECECE DOS MIL QUINCE.
Concierto de teléfonos móviles sonando entre victimas muertas.
Que la estupidez no se atreva a contestar.
Cien  aviones en silencio sobre el metálico concierto acallado.
-¿Alguien tendrá voz en el anfiteatro del terror?- 
Vieja campana de terror ruda sonando entre las naciones.
Concierto de teléfonos móviles sonando entre victimas muertas.
Llanto digital en el débil apice de la vida.
Sordos e irracionales enmucdecidos.
Concierto de teléfonos móviles sonando entre victimas muertas.
A diferencia de lo que escribieron otros.
Yo pido que no se contesten las llamadas.
Ningún sujeto ni predicado explica la barbarie humana.




DECIR
Lo he dicho todo.
-¿Qué más?-
Lo demás es no ser escuchado.
Que vine de ti y de ti nada queda.
Que nunca amaron por la apariencia.
Los muros de la distancias quemaron apariencias.
Las traiciones del alba las que más afectan.
-¿y que más decir estando solo en la tierra?-
Ahora comprendo porque no tuve un bote de vela.
Fueron mias las playas para que los piratas se fueran.
Lo he dicho todo
-¿Qué más?-
Cuando despierte mi hermana
Cantará mi canto la tierra.
En el silencio de vuelo emplumada la fortuna
Lengua mía de heridos versos perdidos.
Os encontraran en Montreal o Paris cerca del rio.
-¡Oh mis hermanos! -
Ch
Si vuestras risas es lo único que he tenido.
-¿Qué más?-
Cuerpo de inmanejables huesos
En el Parque La Cigüeña
De sueños en una ronda los tres se quedará dormido.
miércoles, 02 de diciembre de 2015



232
Estudie la leche en una escuela colorada.
Ventanas de sueños del tercer piso.
Pingos percherones galopando pobres ferias.
Supe un sándwich de esperanza en el pan de amanecer.
Mozas profesoras de marinos por querer.
Bandera de mi escuela roja.
Me levanto en tu campana para el silencio hacer.
Maduró el librero  en la fría facultad de los campos de Beauchef.
Pero fue roja la escuela del saber.
En el críptico lenguaje de ser niño.
El verso de mi escuela roja entenderéis
miércoles, 02 de diciembre de 2015

TAL VEZ
Fugaces estrellas en el firmamento.
Ni fugaces ni estrellas.
Un rio de asteroides en que la tierra entera se hunde.
Rio de luces como la sonrisa de mi hermana.
Rio en que se baña mi mirada.
Solo miro.
Todo gira ante mis ojos de cubito dorsal en la arena gris.
Como el tren que nos trajo.
Nomenclatura de viajes y lejanía.
Alba en que somos verdad de cano pelo.
Fugaces estrellas en el firmamento.
Ni fugaces ni estrellas.
Un rio de asteroides en que la tierra entera se hunde.
Rio de luces como la sonrisa de mi hermana.
El pedazo trino que somos  cuando aún la primavera.
Y el invierno aquel del gran bosque.
También estrellas del que fui, de ser; y seremos siempre.
Estaremos, aunque en el momento de partir dejemos bultos abandonado.
Sonará el latir que gira.
Fugaces estrellas en el firmamento.
Noche intrínseca del activo silencio.
En  muro  a taladrar piedras de edificio.
Colocar papelitos dorados con tu nombre.
Papelitos que caen desde una avioneta.
Simulando nieve, o tal vez el otoño que se nos vino.
jueves, 10 de diciembre de 2015


SIEMPRE ES  ASI
                               A:Cristobal Orellana Osorio 
-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Por cojo y por tuerto, por ciego y por mudo.
Específicamente  por paralitico.
Diferente en el color del amanecer.
Nos buscamos porque es ciega y no la he visto nunca.
Entre piedras milenarias y muertes sacramentales.
Por amarillos caminos oceánicos.
El viejo grito de desesperación en el avismo de entelequias
Mirando desde mendigo el castillo que nos pertenece.
Los buitres tuertos del agro anterior.
También fueron injustas sus semillas.
El viejo harina cernida jamás volvió el martes que dijo.
Nadie creerá en un hombre diferente por su aspecto.
La pedrada azul en tiempos de aires celestes.
En el olor del jazmín que dicta el deseo de paz.
Frunció el ceño ocultando el rostro .







Pregunte por ella a los actuarios.
La busqué en manguillas de escribientes.
Gritó diciendo para ti no estoy  yo.

-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Entonces grité justicia al firmamento
Fue cuando contestó Dios.
Eso fue el silencio… un activo silencio.
Silencio de paz en el corazón.
jueves, 10 de diciembre de 2015








Verte como caes en traición.
Protegido por bastas primaveras.
El hielo calculador de tu sonrisa cae.
Caes en tu ambicioso abismo en húmedas nubes.
Nada me pasará.
Te golpeas al entrar y salir de prisa.
Limpio de ti observo de lejos.
Mi jardín siempre tiene primaveras.
Tu ambición os aplastara como moneda gigante.
Mas gigante que tu egoísmo. 
viernes, 25 de diciembre de 2015

Entre tantas bifurcaciones llegue hasta aquí.
A pesar de la niebla no me he perdido.
Como he ido en santo camino perdido jamás me sentí.
Tu perfume inefable, aquel que el nombre ignoro, no se explicar.
Me guía a tu sur completo.
Sentado en la penumbra de los años, aprendiendo a callar.
Amando entre golpes del destino.
Solo sur en oscuros ojos.
Os apoyaré en lo que te queda de camino.







Este susurro de siempre.
Lunes a domingo por todas partes.
Abriendo ventanas a tu nombre.
Soñando aires de pájaros ajenos.
El exilio que fue…
Cuando el gran día llegó.
Confesé en el m ismo discurso.
Susurro no monótono en mi idioma extranjero.
Cuando cae la nieve
Tu mirada en la ventana.

Este susurro os dice te quiero.

jueves, 10 de diciembre de 2015

SIEMPRE ES ASI


                               A:Cristobal Orellana Osorio 
-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Por cojo y por tuerto, por ciego y por mudo.
Específicamente  por paralitico.
Diferente en el color del amanecer.
Nos buscamos porque es ciega y no la he visto nunca.
Entre piedras milenarias y muertes sacramentales.
Por amarillos caminos oceánicos.
El viejo grito de desesperación en el avismo de entelequias
Mirando desde mendigo el castillo que nos pertenece.
Los buitres tuertos del agro anterior.
También fueron injustas sus semillas.
El viejo harina cernida jamás volvió el martes que dijo.
Nadie creerá en un hombre diferente por su aspecto.
La pedrada azul en tiempos de aires celestes.
En el olor del jazmín que dicta el deseo de paz.
Frunció el ceño ocultando el rostro .







Pregunte por ella a los actuarios.
La busqué en manguillas de escribientes.
Gritó diciendo para ti no estoy  yo.

-¿Que es la justicia?-
Cuando pedí de los hombres no la tuve.
Entonces grité justicia al firmamento
Fue cuando contestó Dios.
Eso fue el silencio… un activo silencio.
Silencio de paz en el corazón.
jueves, 10 de diciembre de 2015









lunes, 13 de julio de 2015

EL NIÑO BUEY

Los tranvías de la zona oeste son más que un vetusto recuerdo.
Las viejas bicicletas sobre el asfalto de media tarde y las calles oliendo levadura.
El año sesenta del siglo veinte comienza a morir de a poco.
El viejo Harina Cernida existió en alguna parte del sur.
Mientras las viejas mujeres que amamos tocaban la traversa guitarra.
Seguramente por unos pesos en alguna trilla del viejo Licanten.
La calle cercana a la estación central tu escuela con olor a suela  de correas.
Las marroquineras con polleras decimononas  al final de la tarde.
Los tiempos de un buey hecho hombre.
Relojes de un hombre hecho agente de policía.
Un policía hecho profesor de inglés para inclinarse ante William Shakespeare.
La sucesión del hambre con los zapatos de alitas quebradas.
Nos hicimos pasajeros con las mismas muertes.
Yo en gracia y tú en ingratitud activa.
Encontré los recipiente de tu tinta china.
Pequeños frasquitos donde venía tu refinada ortografía.
El longino rumbo al sur era un tren de época rota.
Mismos caminos en cantos que vieron parajes horizontales.
Hiel de tu inconsciente auxiliar mirando las vasijas del hambre.
Los años de traiciones y desprecios escupidas en las caras.
-¿Qué habría pasado si hubiese llamado debajo de la muerte?
Como gritaron los tres desde la bota del  hambre y se les dio cobijo.
Percudida bolsa del pan.
-¿Tres panes y el bonete de profesor exprés?-
Cantando no muero con un colt disparado en el patio.
 Nada es miedo en adquiridas eternidades.
Nunca dejará  la mona aun que luzca de seda.
Quien nace huérfano, huérfano queda.
lunes, 13 de julio de 2015

martes, 2 de junio de 2015

DIALOGOS CON UN CARACOL

Languidez de caminos que conducen al hoy.
Caminado de estancias dislocadas que rompen cristales uniendo dimensión de tiempo.
Fue de súbito la ocasión en el grito natal.  Construyese el primer reloj de la hora cierta.
Los derrotados activistas de la poesía se diluyen en metáforas volubles.
Hora del hoy en certidumbre del polígono roto .centro a centro; en el blanco asidero de los ojos por donde liquido escurre la vida.
En ese grito vino luz y el deber de los ojos de soportarla. Como esfuerzo por el pan bajo los soles imperiales de la reina. El delantal floreado del invierno ciudadano frito a ultima hora de la tarde.

Languidez de caminos que conducen al hoy.
Invitación al decir entre lunas de amaneceres lluviosos. Ciclón con pétalos de rosa como tromba enfrentando el mar.
Redondez del mundo abusado por mercaderes desobedientes.  Compran nuestra diferencia para explotarnos en serie.
Autómatas idiotas como salvajes  condenados  y despiadado mercado.
Metrallas de palabras hurgaron lo pechos al mediodía de las hambres. Sitios de claros aromas inefables.
Labios del vértice de copas, como quien sostiene una baraja entres los dientes.
Cuando nos ponen lapidas es preciso no morir. Cuando nos ponen lapidas es preciso no morir. Cuando nos ponen lapidas es preciso no morir.

Este niño es chueco, no habla, cae su saliva como real. Este niño inservible.

No saben porque está aquí. Territorio  del  ser diferente.

 En una pared gris la palabra maldición y bendición superpuestas como escritos en el cuero de la vida.

Clasificaciones inventaríales en la industria del azar.

Un adiós deja solitario.
Más aun solitario cuando el individuo padece sordera total.


Hay algunas flores que florecen marchitas.
Clavos de los pies y el hueso del alma.
Trocado el dolor por estrellas para edificar eternidad.
Doblado el fémur de tanto camino.
Agreste senda sobre los hinojos.
Solo se es semilla cuando dispones caer al surco.

En la mañana de la vida un hombre simple caminando preguntó:-¿Qué habrán hecho los padres que el hijo nació paralitico?-

Espejo es espejo y n o espejismo.
Ventanal de pasadizo en calle poblacional al oeste de los aromas.
Nunca se camina perfecto.
Pero cuando cuelga una discapacidad.
Caminas diferente.
Diferencia e identidad.
Ni menos ni mas, pero diferente.
Entre el azúcar y la hiel, otros sabores.

La diferencia esculpe los rostros como hielo de cristal en el gélido abismo.

Desplazar el cuerpo por cotidianos  parajes.
Geografía humana del   periódico  esplendor  

Espejo es espejo y n o espejismo.
Ventanal de pasadizo en calle poblacional al oeste de los aromas.
Ver  la imagen  total descubriendo quien  se es.
 Cabeza,  mano, pies; extensión total de cuanto cuerpo se tiene.

El perro olfatea la bota ortopédica para constatar que no eres enemigo.
El perro sabe, el perro huele.


Territorios con aromas, aromas territoriales.
Sonrisas con aromas.
Risas con aromas.
Carcajadas con olores.
Lontananza azul y libre.
Activismo imperante.
Para no morir esperando.
Lo más semejante a lo normal es inclinar la cerviz y callar.
Lo habitual es entregarse como beso en  la nada.


Por eso el grito, la opinión, el discurso obtuso.
Gesto circunstancial.
Frase de reparo.
Pero arrinconado y silente
Entre los mundos la actitud y la palabra construye el mundo propio.


Todos diferentes en la unidad de las formas.
Fuésemos como reses colgadas en barras de carnicerías,
Seriamos todos iguales chorreados de sangre.
Estructuras sanguíneas desplazándonos por el paraje.
Pero somos todos bellos y diferentes.
Como flores bellas del bello tapiz.
Por lo que este es mi color y mi forma
Esta es mi opción y manera de ser.
Sin ropas ni equipajes.
Enfrentados todos cara a cara.
Tan individuos como gregarios.
Ateos y creyentes con la sombra propia.
Y cuando llueve sobre los campos todos nos mojamos.
Pero somos diferentes.
Esta es mi voz, aquel es tu canto,
y el pregón comercial de los abastos.
La carcajada pre nupcial encontrada.
Nuestras cavernas iluminadas de neón.
Los mismos ojos otean diferentes el claro  mar
y las estrellas colgadas del gran abismo..


No hay cojo ni tuerto bueno; dijeron riéndose.
Como si toda insuficiencia fuera de voluntad.
Entonces se puede justificar alejar al diferente.
Por no ver como todos ven.
Por no direccionar en el mismo camino.
Tal vez me amó, pero nunca me aceptó.
Me quiso mucho pero no le gustó como yo era.
Odo

Grito el nombre desde nacer.
Los dolorosos hospitales de pasillos hastiados.
Ahí no te puedo encontrar.
Con las manos atadas no te puedo abrazar.
En la sala de operaciones he gritado.
No me puedes escuchar.
Tu regreso es imposible, te hiciste mar.
De las turbulentas aguas no puedes cantar.


Señora profesora,
Disculpe usted la ortopedia incorregible
De este niño con derecho a soñar.
Su lenguaje de empeño cotidiano hiere la garganta.
Entonces en fieras esperanzas un poco de confianza y todos los demás.
Si usted tuviera la dinámica de los dioses
Que sino en jornadas atroces  podrá laborar.
Por eso justifico este volantín milenario.
Solo por un tiempo en espacio estacionario.
Por sordera pronunciada,  parálisis incontrolada
Hasta que pueda  caminar.
Firma, madre esperanzada.


Fui por Dios al numero catorce de la calle de hermosas acacias.,
Duro el portazo de la guarda templo con el alma desnuda.
En oración vil el carnicero de cerdo dijo que el sacrificio no era.
Que la secuelas de la guerra por la respiración.
Y un payaso desolado  no tuvo para mi oración.
Entonces sin iglesias por el desierto cuatro días, cuatro meses, cuatro años.
La grasa quemada en Isis del adulterio, los dueños de los cielos en santa perfección.
No tuve otra opción con la secuela de aquella parálisis.
En oración como un solo día, marcho por la tierra vacía.
Porque en un negro pozo ocultaron la posibilidad de ver a mi Dios.

Como carteros desolados remiten la dirección del Señor.
Si la misma fe nos unió arrodillados frente a misma rebeldía.
Que hoy tanta duda en lo que debiera ser cierto.
Si la fe en tiempos hermosos alzó la mano.
Hoy y ahora pareces no creer.
Como si el camino horadara  las yantas de los pies.
Que las yagas del poder nubla el recuerdo.
Olvido de un instante comprometido.
Veo toda rebeldía que veo por la fe en lo creído.
La rodilla obrera del buen padre nuestro.
Ninguna lluvia borre los disparos.
Al fin de toda esa fe nos une en el silencio que tenemos.
Silencio de la barca en el puerto.
Tú de jefe, en el primer recuadro de los discursos.
Contrito sin hablar os escucho.
Que no es otro silencio                                                                                         que aquel en que habla Dios.

 






-¿Cómo se le dice a un discapacitado severo, invalido, por ello pobre; Dios te ama?-
Si ese gesto de repulsión salió espontáneamente de tu cara.
El discurso sobre Dios se hace sin pronunciar palabra.
Las escalas se suben sin alas.
Hay un ascensor descompuesto en cualquier edificio del mundo.
A flor de labios como desierto florido un no de oficina en oficina.
No hay vacantes para  una silla de ruedas ni un bastón.
Las cosas se alejan cuando no te mueves.
Por eso pregunto en esta oración.
-¿Cómo se le dice a un discapacitado severo, invalido, por ello pobre; Dios te ama?-
-¡No sé!-
Pero si estoy ciertamente seguro.
-¡Dios no ha muerto!-













Siempre se es el mismo, sobre todo para una hermana como tú.
Te busque en miles de páginas Facebook ;  para mirar tu sonrisa de angelito.
 Al final te encuentro, como lámpara en el desértico arenal.
Después de muchas distancias se acercan los fraternos corazones…
Entro contigo y nuestros amigos  a Talcahuano desde una  Lota trabajada…
Paso en un bus contigo a Rancagua.. la iglesia pobre; la causa de la pobreza…
El Padre Nuestro es una milonga de tu guitarra.
Mi oración hoy es más silente… no de tristeza; no tengo de que estar triste.
Pero escucho más a Dios.
A veces voy  a buscarte en la calle Republica como tren lleno de estudiantes…
Y los estudiantes son mariposas pintadas de sueños.
Pero tu no eres ni ángel ni mariposa…
Eres un Caracolito en tránsito, que dejas una estela de luz.

Con todo silencio enfrente a Dios.
El sabe.
El ama.
El guía .
El hace.
Yo, solo mi silencio.























Acostumbro solo en mi huerto mirar los verdes lagartos.
 Lucir multicolores banderas en sus lomos como laboriosos hortelanos.
Costumbre de verlos escalar muros, saltar piedras;
Elevar el pecho presenciando la opera floral.
Pero ahora, cincuenta y tantos años desde siempre.
Solo ahora me sitúo junto a una caracolito que mira mis agrestes flores.
Se sienta a tomar el sol de media tarde como el té inglés.
-¡Sé que canta!-
-¡He visto una caracolito cantar!-
Un resplandor de luz en la tierra…
Señal que deja la caracolito al pasar.


















Mi padre jugaba golf cerca de la calle principal`.
Y la bodegas de coca cola recorridas en bicicletas tenían ecos de destierro.
Las estrellas del este se ocultan a los exiliados.
Ni un sueño trunco, la vida es un canto sin fin.
En el crepúsculo del lago se ponía nuestra recordada tierra  como ocaso.
Los bosques de arces cantaban junto a coros de pájaros trinando la
muda rapsodia del  ayer.
El mismo padre junto a la plegaria las fotos de los hijos.
La bicicleta blanca y mi triciclo amarillo.
Los ejes rotando en el empeño cotidiano.
Quien habla de exilio dorado no sabe ni de distancias ni de nieve.
La diáspora es un grano amargo en el soleado maizal.
Mi padre jugaba golf; después de cada golpe, un silencio.
Era el triple beso entre la distancia, la esperanza y el adiós.










Al saltar al abismo, ellos ataron las manos.
Ojos llenos de cielo se hincharon.
Por susto el profundo silencio.
Como frente a un muro, tuve el cosmos.
Descalzas conmigo sentí olor a plumajes.
No era una cita con ninguna vedette.
Contrito frente al inmenso total de las cosas.
El acantilado fue la boca total como un volcán de sueños.
En el mínimo de los segundos…
Consiente de todas las lenguas.
A pleno sentido, en orientación plena.
En el más severo de los silencios
 comprendí que había aprendido a volar.
















DESAYUNANDO CON MÍ OBISPO
ISAIAS GUTIERREZ VALLEJO
                                               Stgo. 09/05/2015 2:45:52
Esta húmedo pero no hace frio anoche debe haber dejado de llover.
Sentado al lado tuyo, como camaradas diferentes en el tiempo.
La mañana de febrero principio de los ochenta.
Los demás  comensales niños hijos del carbón.
Minas agotadas, padres mineros desolados.
Ríes, siempre reías en forma tan cordial.
Tú, pregonero del sur;  orando, cantando para que Dios  mire lo injusto.
Yo, que venía del sol boreal, en tierras de lluvias que caen.
Lluvias que caen como vacas orinando sobre una piedra plana.
Hace tanto tiempo que el espacio se disuelve en la memoria.
Tanto tiempo que leísteis el ultimo poema a mi padre, cuando ya dormía.
Pero tú, desde el sueño de los justos vienes a levantarme el puño.
La oración rebelde me inclina ante Mesoamérica explotada.
Soy un chango que arrastra su pie izquierdo por la playa del verano.
Tu el lonco mapuche nominado toqui para luchar contra el mal.
En la noche de Ercilla las balas de explotadores y explotados entrecruzan estrellas.
Mi hija mapuche sonríe con tu misma sonrisa.
Hace frio…
Escribo aproximadamente treinta y cinco años después.
Mañana seguramente desayunare bajo techo.
En mi cocina de ciudad frente al horno  microondas.
Guárdame tu un pedazo de pan de la cena infinita.
No olvides, guárdame un pedazo de pan…
Porque el triunfo final aún no ha llegado


¿Qué has hecho más en tu vida, hacer amigos o enemigos?
Me pregunta un amigo en Facebook.
Debo entonces diferenciar entre amigos y cotidianeidad.
Sin dudas no siento tener enemigos.
Jamás he lidiado con alguien.
Tal vez la convicción de no poder competir en plano alguno.
De pequeño tuve la conciencia de un bienestar económico por lo que todo fue mas llevadero.
La vida de mucho es una lucha por tener y pierden la conciencia de ser.
Sin dudas tengo varios amigos.
Cuatro de cotidianeidad, de aquellos con los cuales muevo mi entorno con una interacción entre negocios y socorro mutuo.
Amigos para reordenar el mundo en una entelequia constante no tengo, pues soy concreto del hoy y del ahora. Sino no sirve.
Ha habido tipos, los menos que me consideran su enemigo. Lo bueno es que yo no los considero.
El epilogo vital de aquellos que me consideraron  “ enemigo” es una vida paupérrima que no ambiciono para mi :
Gente que en el transcurso de la existencia han logrado minimas cutas de poder y se pelan el lomo por defenderlas.
(Algo así como el doctor bacinica, que siendo el menor de los funcionarios del hospital; cuando lo ponen a controlar el acceso de visitas a los pabellones, porque no sirven para otra función; son duros e inflexibles para demostrar su poder.) 
Pienso que tengo amigos como tú, cotidianos. Que al llegar a mi residencia, puedo compartir lo que hay, sin protocolo. Sin levantar el dedo meñique al tomar una taza para degustar el líquido contenido.
Varios amigos para el anecdotario de una vida feliz y un futuro en el esplendor de Cristo Jesu.




  





Cansancio obrero del occidente de la ciudad.
Doloroso el hospital mira.
Como lejanas galaxias luces lejanas.
El paquetito de la vianda descansa mientras el autobús dobla.
Las calles zapateadas de distancias y a prisa.
El murmullo crepuscular.
El antejardín de la iglesia pecando de otoño.
Gotea de colores el silencio humano.
Gatos de terribles arenes sobre tejados frios.
el los restaurantes del boulevard tijeretean la noche.
Dos ejecutivos conversan sobre espionaje industrial.
Cansancio obrero del occidente de la ciudad.
Se duerme con un poco de frio y otro de hambre.
Morir un poco para mañana volver a empezar.













Un niño se hizo hombre.
Mi niño, mi amigo y mi compadre.
Un niño de lágrimas silentes invade de sonrisa.
Abre su mano, la mano mapuche de niño hombre.
Toma la pala por el mango.                                       
El mango de la pala en la mano de un niño lo proyecta.
El mango de la pala en la mano de un hombre lo eyecta al infinito.
Toma la pala por el mago, digo; hace un hoyo en la tierra.
Planta un canelo para soplar el viento.
Mi niño, mi amigo y mi compadre.
Un niño de lágrimas silentes invade de sonrisa la alegría que gozo.
Abre su mano, la mano mapuche de niño hombre.
Toma la pala por el mango.
Mi niño, mi amigo y mi compadre.
                                              












La vida se me ha sido un  chorro de alegría.
A la sombra de la luz florecieron mis sonrisas.
Aquellos que dudaron hicieron aguas.
Flores en torno de mi cuerpo insuficiente.
Basta la torpe voz para decir gracias Dios.
Por ver sol cada mañana.
Por el pan en la mesa  que es algo más que pan.
      


















En Babilonia esta la plata dijo, echando a reír.
Vino la imagen  el rio nocturno de la ciudad.
Nos estudiando cooperativismo.
La alianza democrática y otros sueños.
Ídolos de barro como una torre de dólares.
Mis pies arrastrados por Brooklyn mientras el Sha de Irán moría.
Mohammad Reza Pahlaví
Y los chupasangres de  américa latina sujetos a los monederos de alpacas.
En Babilonia esta la plata dijo, echando a reír.
La verdad, nunca había pensado en eso.
El toro de Wall Street   mugiendo la hambruna de los marginados.
Mil años de estudios de La Biblia, y jamás pensar como hebreo.
Mientras espero dos kilos de miel
Pienso si lo que dijo siempre es cierto.
La vida es una opción: mi pequeño  huerto o el dinero.
Sigo sentado en mi pequeño jardín de Mayo.
Y él vino a la gran ciudad a declamar impunemente:
-¡En Babilonia esta la plata!-










La diferencia es que encontré felicidad muy niño.
Cantando en la boca del mar conocí sonrisa de espuma.
La yugoslava aquella extendida entre clonquis como paraíso.
Media botella de cinzano en el segundo mes del  año.
El vermú aquel.
Desde un bote mirando el gran puerto con la enfermera.
¡Fui feliz desde siempre!
-¿Qué es la vida sino un chorro de alegría?-
Pero se descifra al conocer la libertad de amar perpetuamente.
Vengo haciendo eso todo tiempo.
Desde el ángulo original hasta hoy y ahora.
Con esa diferencia recito golpeando el tiempo con una prístina copa.
Sentado a orillas del camino.
Con gozo, riendo; cantando inefables canciones de amor.
Simplemente por eso.
Porque encontré felicidad muy niño.











Sobre la piedra tú.
Sigo tu rastro imperfecto al sol.
Del húmedo rincón lo amorfo es sublime.
Escondido en el huerto final, lo diferente se hace cargo.
Canta la armonía disforme.
-¡Viva la diferencia cantan los libres!-
Que un palmo de tierra para todos alcanza.
Desfilando los hortelanos muestran diferentes flores.
Las copas de sus vinos empapan las espaldas de los puritanos.
Siguiendo tu rastro esplendoroso.
El encuentro soleado besa tu tiempo de profesora caracolito
En amarga voz titubea el canto de los tristes para perderse.
A ti te molesta la mentira por eso buscas el sol-
Harto de multitudes busco el rincón oculto.
La palabra sencilla.
Forma imperfecta.
Porque eso fui, diatónico en un mismo canto.
Lo diferente se expresa cantando:
-¡VIVA LA DIFERENCIA!-








Hay que soñar para no morir.
Levantarse sobre los duros peñascos para ver el horizonte.
En la verticalidad de la vida hurgar espacios vitales.
Limpiar el agua y el vaso para vencer la sed.
Partir el mendrugo para saciar el hambre.
Sin dejar de mirar lontananza horizontalmente.
La esperanza es nuestra.
Tener esperanza es gritar y reír en el gol.
Vencer los desiertos interiores para que lae s piedras florezcan
Eso es soñar.
Romper la barrera de lo cotidiano para explicar lo imposible.
Levantarse una mañana en lo cotidiano.
Transitar la ciudad periódico en mano.
Sin olvidar que todas las calles y las casas.
Que la silla y la mesa del desayuno.
Que la oficina y el medio de transporte fueron un día de alguien un sueño.
Por eso eres una gran autoridad.
Un gran jefe.
-¡Perdonadlo todo al subalterno!-
Pero no les perdones que no intenten volar.
Porque al intentar volar despejaran las canchas.
Y conservaran los sueños.









Pides una reflexión planetaria Caracolito.
-¿Siendo tierra puedo decirte la extensión de futuro?´-
Lontananza en tiempo y espacio como una sola ecuación.
Pararme en el espejo del mar y decir lo que soy.
Ser austero para que no se acabe.
Ser fraterno para que no se desintegre.
Aire, mar y continente  como una ronda.
La danza trófica de los latidos.
El canto del rio que no cese.
Las tundras salvajes como faldas de los grandes arces.
Los engreídos montes sin sus trajes rasgados por la minería.
-¿Qué puedo decir yo caracolito si soy un empecinado optimista?-
Si un dia a mediodía vi sediento el Loa occidental.
El respeto a los elementos era una cuestión de amar.
-¡No se le tira piedra al océano porque se puede enojar!-
Reí de la pobre vieja, todos reímos.
¡Pero es cierto!-
Vengo haciendo planta en mis invernaderos para vencer la sed.
En las raíces profunda de todas las cosas pienso.
Pides una reflexión planetaria Caracolito.
Por el día de la liberación planetaria.
Entonces fui al baño, donde evacuan las aguas, salen los detergentes.
El baño donde exhalan los aerosoles.
Fui al baño, digo.
Me mire al espejo y descubro.
-¡El planeta soy yo!


                                               lunes, 25 de mayo de 2015


Busqué tu rastro caracolito tanto tiempo en tantos años.
Sin libretas ni direcciones que no se me ocurrió la montaña.
No pregunte en lo establecido,  pues no les creo.
La mirada azul de tus ojos claros no podía estar en los cardes.
Porque eres libre solo busque tu rastro cerca del helecho que flamea.
Por ciertos caminos hablaron de ti pero no os conocían.
Vuelo del cóndor silencioso, perdí tu canto; tu padre nuestro emocionado.
Por todas las aulas os he buscado.
Estabas enseñándole al agua su correcto curso.
Y ahora que sabemos leer  lo puro de tu sonrisa escribe sobre el barro.
No te pierdas para no tener sed.
Anota tu rastro de plata sobre las hojas blancas del calendario.
Hazme un signo entre las piedras, no te quiero perder.  






Como todos los  moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral te escondes en tu refugio de tiempo.
Escondes tu origen terrenal.
 Dulceacuicola  de las piedras desnudas donde un día fui alga de largo pelo.
Encendí el faro alto sorpresivamente encontrándote.
Dijeron que me dejaron en las rocas para perderme,
Pero estabas de antes, tu estructura cefálica me miraba desde la niebla prima.
Después del agua, posterior al viento.
La verdad no sé cuándo.
Porque siempre has sido pero ausente de los valores y costumbres vagas.
No te sumas al sistema, eso te hace ser un canto limpio y puro.
Como el rastro de tu voz plateada como el mudo grito de la puna.
La colonia de tus pares no te conduce al duro oleaje.
Eres recoleta observación y silencioso recorrido doncella estelar.
Contigo y los tuyos entre al puerto austral.
Era mi primer viaje en la torpe individualidad desde el carbón a la marinería.
Mi condición morena de húmedo cochayuyo disminuida por tus ojos de cielo.
Entonces aprendí que tendría que dar la batalla, porque Dios da victoria.
Así se comenzó a escribir a ciega el futuro.
Con mi plástica rigidez y tu mirada de sirena.













Perdón por el relato de anécdotas.
Tanto tiempo caminado.
Tanta fe testimonial.
… te encuentro a ti…
Las anécdotas:
Son las declaraciones de testigos bajo juramento acerca de la verificación de ciertos hechos que se controvierten en el juicio, de los cuales han tomado conocimiento en forma directa 
Que al encontrarte en  la playa de la vida.
Me complazco en lo extenso de tu ser.
Que me extiendo cuan largo soy por caminos rwecorridos.
Tal vez sea terriblemente hermoso ir de dos en dos contigo.
Asirme de sandalias para volver a los arenales donde grite tu nombre.
Por eso te hicisteis tal vez caracol.
Porque un día nombre prohibido gritado en oculto silencio.
-¿Quién era entonces para verter el agua y afanar la espuma?-
Temor de gritar prohibido el  nombre.
Pero hoy ya roto los tules que  movió el viento.
Quiero explicar cómo vine a rastras por tantos senderos.
Los Cariz fueron sefaradíes advenedizos.
 Pero los Meza fueron invasores desde el mar
que desembarcaron en las playas del Mataquito .
por eso te encuentro caracola de extendikda playa.
Solo intenté el relato de la luz para traer rocallosas piedras a tu monte andino.
Perdona este torpe relato expuesto como ofrenda a tu sonrisa.
-¿Qué pasaría si en silencio como escudero trepo las dunas de tu playa?-
Para seguir solo el perfume.
En el antiguo noble intento.
Para que la cascada de cristal limpie miradas.
Silencie la historia que te llama.
Y ser solamente siendo.
Alga morena dibujada por la miel de sol que deja tu cuerpo.
Por eso disculpa mis anécdota…
Extenderé lo  mas torpe de mis huesos.
Inclinándome ante la concha que llevas con los cantos del mar.
Montañesa agreste y sutil, déjame ser la vaguada que en el alba te moja.

(Caracol, caracol; saca los cachitos al sol.
Tal cual somos, sin ningún revés.
Haz brillar en ti la luz.
Siento tu canto vegetal sobre los helechos peinetas.
Dime toda la poesía que aprendisteis en la montaña.
Destapa los hombros de mi otoño con tu primavera.
Muéstrate cuan larga eres extendida en los caminos.

Caracol, caracol, saca tus cachos al sol.
 Cuéntame si es verdad lo que dice don Pascual.
 Cuenta que un millón,
un millón de años atrás,
eras tú, caracol,
un bichito sin hogar.
Pero, en una ocasión,
te agarró una insolación,
que ablandó el corazón del buenazo padre Sol.
Y una casa te dio, mas con una condición:
de que la has de llevar donde quiera que tú vas.
¿Es verdad, caracol, lo que cuenta don Pascual)

Claro al sol dulce caracol
Cierro mi diccionario.

Quiero verte asolear.