martes, 2 de junio de 2015

DIALOGOS CON UN CARACOL

Languidez de caminos que conducen al hoy.
Caminado de estancias dislocadas que rompen cristales uniendo dimensión de tiempo.
Fue de súbito la ocasión en el grito natal.  Construyese el primer reloj de la hora cierta.
Los derrotados activistas de la poesía se diluyen en metáforas volubles.
Hora del hoy en certidumbre del polígono roto .centro a centro; en el blanco asidero de los ojos por donde liquido escurre la vida.
En ese grito vino luz y el deber de los ojos de soportarla. Como esfuerzo por el pan bajo los soles imperiales de la reina. El delantal floreado del invierno ciudadano frito a ultima hora de la tarde.

Languidez de caminos que conducen al hoy.
Invitación al decir entre lunas de amaneceres lluviosos. Ciclón con pétalos de rosa como tromba enfrentando el mar.
Redondez del mundo abusado por mercaderes desobedientes.  Compran nuestra diferencia para explotarnos en serie.
Autómatas idiotas como salvajes  condenados  y despiadado mercado.
Metrallas de palabras hurgaron lo pechos al mediodía de las hambres. Sitios de claros aromas inefables.
Labios del vértice de copas, como quien sostiene una baraja entres los dientes.
Cuando nos ponen lapidas es preciso no morir. Cuando nos ponen lapidas es preciso no morir. Cuando nos ponen lapidas es preciso no morir.

Este niño es chueco, no habla, cae su saliva como real. Este niño inservible.

No saben porque está aquí. Territorio  del  ser diferente.

 En una pared gris la palabra maldición y bendición superpuestas como escritos en el cuero de la vida.

Clasificaciones inventaríales en la industria del azar.

Un adiós deja solitario.
Más aun solitario cuando el individuo padece sordera total.


Hay algunas flores que florecen marchitas.
Clavos de los pies y el hueso del alma.
Trocado el dolor por estrellas para edificar eternidad.
Doblado el fémur de tanto camino.
Agreste senda sobre los hinojos.
Solo se es semilla cuando dispones caer al surco.

En la mañana de la vida un hombre simple caminando preguntó:-¿Qué habrán hecho los padres que el hijo nació paralitico?-

Espejo es espejo y n o espejismo.
Ventanal de pasadizo en calle poblacional al oeste de los aromas.
Nunca se camina perfecto.
Pero cuando cuelga una discapacidad.
Caminas diferente.
Diferencia e identidad.
Ni menos ni mas, pero diferente.
Entre el azúcar y la hiel, otros sabores.

La diferencia esculpe los rostros como hielo de cristal en el gélido abismo.

Desplazar el cuerpo por cotidianos  parajes.
Geografía humana del   periódico  esplendor  

Espejo es espejo y n o espejismo.
Ventanal de pasadizo en calle poblacional al oeste de los aromas.
Ver  la imagen  total descubriendo quien  se es.
 Cabeza,  mano, pies; extensión total de cuanto cuerpo se tiene.

El perro olfatea la bota ortopédica para constatar que no eres enemigo.
El perro sabe, el perro huele.


Territorios con aromas, aromas territoriales.
Sonrisas con aromas.
Risas con aromas.
Carcajadas con olores.
Lontananza azul y libre.
Activismo imperante.
Para no morir esperando.
Lo más semejante a lo normal es inclinar la cerviz y callar.
Lo habitual es entregarse como beso en  la nada.


Por eso el grito, la opinión, el discurso obtuso.
Gesto circunstancial.
Frase de reparo.
Pero arrinconado y silente
Entre los mundos la actitud y la palabra construye el mundo propio.


Todos diferentes en la unidad de las formas.
Fuésemos como reses colgadas en barras de carnicerías,
Seriamos todos iguales chorreados de sangre.
Estructuras sanguíneas desplazándonos por el paraje.
Pero somos todos bellos y diferentes.
Como flores bellas del bello tapiz.
Por lo que este es mi color y mi forma
Esta es mi opción y manera de ser.
Sin ropas ni equipajes.
Enfrentados todos cara a cara.
Tan individuos como gregarios.
Ateos y creyentes con la sombra propia.
Y cuando llueve sobre los campos todos nos mojamos.
Pero somos diferentes.
Esta es mi voz, aquel es tu canto,
y el pregón comercial de los abastos.
La carcajada pre nupcial encontrada.
Nuestras cavernas iluminadas de neón.
Los mismos ojos otean diferentes el claro  mar
y las estrellas colgadas del gran abismo..


No hay cojo ni tuerto bueno; dijeron riéndose.
Como si toda insuficiencia fuera de voluntad.
Entonces se puede justificar alejar al diferente.
Por no ver como todos ven.
Por no direccionar en el mismo camino.
Tal vez me amó, pero nunca me aceptó.
Me quiso mucho pero no le gustó como yo era.
Odo

Grito el nombre desde nacer.
Los dolorosos hospitales de pasillos hastiados.
Ahí no te puedo encontrar.
Con las manos atadas no te puedo abrazar.
En la sala de operaciones he gritado.
No me puedes escuchar.
Tu regreso es imposible, te hiciste mar.
De las turbulentas aguas no puedes cantar.


Señora profesora,
Disculpe usted la ortopedia incorregible
De este niño con derecho a soñar.
Su lenguaje de empeño cotidiano hiere la garganta.
Entonces en fieras esperanzas un poco de confianza y todos los demás.
Si usted tuviera la dinámica de los dioses
Que sino en jornadas atroces  podrá laborar.
Por eso justifico este volantín milenario.
Solo por un tiempo en espacio estacionario.
Por sordera pronunciada,  parálisis incontrolada
Hasta que pueda  caminar.
Firma, madre esperanzada.


Fui por Dios al numero catorce de la calle de hermosas acacias.,
Duro el portazo de la guarda templo con el alma desnuda.
En oración vil el carnicero de cerdo dijo que el sacrificio no era.
Que la secuelas de la guerra por la respiración.
Y un payaso desolado  no tuvo para mi oración.
Entonces sin iglesias por el desierto cuatro días, cuatro meses, cuatro años.
La grasa quemada en Isis del adulterio, los dueños de los cielos en santa perfección.
No tuve otra opción con la secuela de aquella parálisis.
En oración como un solo día, marcho por la tierra vacía.
Porque en un negro pozo ocultaron la posibilidad de ver a mi Dios.

Como carteros desolados remiten la dirección del Señor.
Si la misma fe nos unió arrodillados frente a misma rebeldía.
Que hoy tanta duda en lo que debiera ser cierto.
Si la fe en tiempos hermosos alzó la mano.
Hoy y ahora pareces no creer.
Como si el camino horadara  las yantas de los pies.
Que las yagas del poder nubla el recuerdo.
Olvido de un instante comprometido.
Veo toda rebeldía que veo por la fe en lo creído.
La rodilla obrera del buen padre nuestro.
Ninguna lluvia borre los disparos.
Al fin de toda esa fe nos une en el silencio que tenemos.
Silencio de la barca en el puerto.
Tú de jefe, en el primer recuadro de los discursos.
Contrito sin hablar os escucho.
Que no es otro silencio                                                                                         que aquel en que habla Dios.

 






-¿Cómo se le dice a un discapacitado severo, invalido, por ello pobre; Dios te ama?-
Si ese gesto de repulsión salió espontáneamente de tu cara.
El discurso sobre Dios se hace sin pronunciar palabra.
Las escalas se suben sin alas.
Hay un ascensor descompuesto en cualquier edificio del mundo.
A flor de labios como desierto florido un no de oficina en oficina.
No hay vacantes para  una silla de ruedas ni un bastón.
Las cosas se alejan cuando no te mueves.
Por eso pregunto en esta oración.
-¿Cómo se le dice a un discapacitado severo, invalido, por ello pobre; Dios te ama?-
-¡No sé!-
Pero si estoy ciertamente seguro.
-¡Dios no ha muerto!-













Siempre se es el mismo, sobre todo para una hermana como tú.
Te busque en miles de páginas Facebook ;  para mirar tu sonrisa de angelito.
 Al final te encuentro, como lámpara en el desértico arenal.
Después de muchas distancias se acercan los fraternos corazones…
Entro contigo y nuestros amigos  a Talcahuano desde una  Lota trabajada…
Paso en un bus contigo a Rancagua.. la iglesia pobre; la causa de la pobreza…
El Padre Nuestro es una milonga de tu guitarra.
Mi oración hoy es más silente… no de tristeza; no tengo de que estar triste.
Pero escucho más a Dios.
A veces voy  a buscarte en la calle Republica como tren lleno de estudiantes…
Y los estudiantes son mariposas pintadas de sueños.
Pero tu no eres ni ángel ni mariposa…
Eres un Caracolito en tránsito, que dejas una estela de luz.

Con todo silencio enfrente a Dios.
El sabe.
El ama.
El guía .
El hace.
Yo, solo mi silencio.























Acostumbro solo en mi huerto mirar los verdes lagartos.
 Lucir multicolores banderas en sus lomos como laboriosos hortelanos.
Costumbre de verlos escalar muros, saltar piedras;
Elevar el pecho presenciando la opera floral.
Pero ahora, cincuenta y tantos años desde siempre.
Solo ahora me sitúo junto a una caracolito que mira mis agrestes flores.
Se sienta a tomar el sol de media tarde como el té inglés.
-¡Sé que canta!-
-¡He visto una caracolito cantar!-
Un resplandor de luz en la tierra…
Señal que deja la caracolito al pasar.


















Mi padre jugaba golf cerca de la calle principal`.
Y la bodegas de coca cola recorridas en bicicletas tenían ecos de destierro.
Las estrellas del este se ocultan a los exiliados.
Ni un sueño trunco, la vida es un canto sin fin.
En el crepúsculo del lago se ponía nuestra recordada tierra  como ocaso.
Los bosques de arces cantaban junto a coros de pájaros trinando la
muda rapsodia del  ayer.
El mismo padre junto a la plegaria las fotos de los hijos.
La bicicleta blanca y mi triciclo amarillo.
Los ejes rotando en el empeño cotidiano.
Quien habla de exilio dorado no sabe ni de distancias ni de nieve.
La diáspora es un grano amargo en el soleado maizal.
Mi padre jugaba golf; después de cada golpe, un silencio.
Era el triple beso entre la distancia, la esperanza y el adiós.










Al saltar al abismo, ellos ataron las manos.
Ojos llenos de cielo se hincharon.
Por susto el profundo silencio.
Como frente a un muro, tuve el cosmos.
Descalzas conmigo sentí olor a plumajes.
No era una cita con ninguna vedette.
Contrito frente al inmenso total de las cosas.
El acantilado fue la boca total como un volcán de sueños.
En el mínimo de los segundos…
Consiente de todas las lenguas.
A pleno sentido, en orientación plena.
En el más severo de los silencios
 comprendí que había aprendido a volar.
















DESAYUNANDO CON MÍ OBISPO
ISAIAS GUTIERREZ VALLEJO
                                               Stgo. 09/05/2015 2:45:52
Esta húmedo pero no hace frio anoche debe haber dejado de llover.
Sentado al lado tuyo, como camaradas diferentes en el tiempo.
La mañana de febrero principio de los ochenta.
Los demás  comensales niños hijos del carbón.
Minas agotadas, padres mineros desolados.
Ríes, siempre reías en forma tan cordial.
Tú, pregonero del sur;  orando, cantando para que Dios  mire lo injusto.
Yo, que venía del sol boreal, en tierras de lluvias que caen.
Lluvias que caen como vacas orinando sobre una piedra plana.
Hace tanto tiempo que el espacio se disuelve en la memoria.
Tanto tiempo que leísteis el ultimo poema a mi padre, cuando ya dormía.
Pero tú, desde el sueño de los justos vienes a levantarme el puño.
La oración rebelde me inclina ante Mesoamérica explotada.
Soy un chango que arrastra su pie izquierdo por la playa del verano.
Tu el lonco mapuche nominado toqui para luchar contra el mal.
En la noche de Ercilla las balas de explotadores y explotados entrecruzan estrellas.
Mi hija mapuche sonríe con tu misma sonrisa.
Hace frio…
Escribo aproximadamente treinta y cinco años después.
Mañana seguramente desayunare bajo techo.
En mi cocina de ciudad frente al horno  microondas.
Guárdame tu un pedazo de pan de la cena infinita.
No olvides, guárdame un pedazo de pan…
Porque el triunfo final aún no ha llegado


¿Qué has hecho más en tu vida, hacer amigos o enemigos?
Me pregunta un amigo en Facebook.
Debo entonces diferenciar entre amigos y cotidianeidad.
Sin dudas no siento tener enemigos.
Jamás he lidiado con alguien.
Tal vez la convicción de no poder competir en plano alguno.
De pequeño tuve la conciencia de un bienestar económico por lo que todo fue mas llevadero.
La vida de mucho es una lucha por tener y pierden la conciencia de ser.
Sin dudas tengo varios amigos.
Cuatro de cotidianeidad, de aquellos con los cuales muevo mi entorno con una interacción entre negocios y socorro mutuo.
Amigos para reordenar el mundo en una entelequia constante no tengo, pues soy concreto del hoy y del ahora. Sino no sirve.
Ha habido tipos, los menos que me consideran su enemigo. Lo bueno es que yo no los considero.
El epilogo vital de aquellos que me consideraron  “ enemigo” es una vida paupérrima que no ambiciono para mi :
Gente que en el transcurso de la existencia han logrado minimas cutas de poder y se pelan el lomo por defenderlas.
(Algo así como el doctor bacinica, que siendo el menor de los funcionarios del hospital; cuando lo ponen a controlar el acceso de visitas a los pabellones, porque no sirven para otra función; son duros e inflexibles para demostrar su poder.) 
Pienso que tengo amigos como tú, cotidianos. Que al llegar a mi residencia, puedo compartir lo que hay, sin protocolo. Sin levantar el dedo meñique al tomar una taza para degustar el líquido contenido.
Varios amigos para el anecdotario de una vida feliz y un futuro en el esplendor de Cristo Jesu.




  





Cansancio obrero del occidente de la ciudad.
Doloroso el hospital mira.
Como lejanas galaxias luces lejanas.
El paquetito de la vianda descansa mientras el autobús dobla.
Las calles zapateadas de distancias y a prisa.
El murmullo crepuscular.
El antejardín de la iglesia pecando de otoño.
Gotea de colores el silencio humano.
Gatos de terribles arenes sobre tejados frios.
el los restaurantes del boulevard tijeretean la noche.
Dos ejecutivos conversan sobre espionaje industrial.
Cansancio obrero del occidente de la ciudad.
Se duerme con un poco de frio y otro de hambre.
Morir un poco para mañana volver a empezar.













Un niño se hizo hombre.
Mi niño, mi amigo y mi compadre.
Un niño de lágrimas silentes invade de sonrisa.
Abre su mano, la mano mapuche de niño hombre.
Toma la pala por el mango.                                       
El mango de la pala en la mano de un niño lo proyecta.
El mango de la pala en la mano de un hombre lo eyecta al infinito.
Toma la pala por el mago, digo; hace un hoyo en la tierra.
Planta un canelo para soplar el viento.
Mi niño, mi amigo y mi compadre.
Un niño de lágrimas silentes invade de sonrisa la alegría que gozo.
Abre su mano, la mano mapuche de niño hombre.
Toma la pala por el mango.
Mi niño, mi amigo y mi compadre.
                                              












La vida se me ha sido un  chorro de alegría.
A la sombra de la luz florecieron mis sonrisas.
Aquellos que dudaron hicieron aguas.
Flores en torno de mi cuerpo insuficiente.
Basta la torpe voz para decir gracias Dios.
Por ver sol cada mañana.
Por el pan en la mesa  que es algo más que pan.
      


















En Babilonia esta la plata dijo, echando a reír.
Vino la imagen  el rio nocturno de la ciudad.
Nos estudiando cooperativismo.
La alianza democrática y otros sueños.
Ídolos de barro como una torre de dólares.
Mis pies arrastrados por Brooklyn mientras el Sha de Irán moría.
Mohammad Reza Pahlaví
Y los chupasangres de  américa latina sujetos a los monederos de alpacas.
En Babilonia esta la plata dijo, echando a reír.
La verdad, nunca había pensado en eso.
El toro de Wall Street   mugiendo la hambruna de los marginados.
Mil años de estudios de La Biblia, y jamás pensar como hebreo.
Mientras espero dos kilos de miel
Pienso si lo que dijo siempre es cierto.
La vida es una opción: mi pequeño  huerto o el dinero.
Sigo sentado en mi pequeño jardín de Mayo.
Y él vino a la gran ciudad a declamar impunemente:
-¡En Babilonia esta la plata!-










La diferencia es que encontré felicidad muy niño.
Cantando en la boca del mar conocí sonrisa de espuma.
La yugoslava aquella extendida entre clonquis como paraíso.
Media botella de cinzano en el segundo mes del  año.
El vermú aquel.
Desde un bote mirando el gran puerto con la enfermera.
¡Fui feliz desde siempre!
-¿Qué es la vida sino un chorro de alegría?-
Pero se descifra al conocer la libertad de amar perpetuamente.
Vengo haciendo eso todo tiempo.
Desde el ángulo original hasta hoy y ahora.
Con esa diferencia recito golpeando el tiempo con una prístina copa.
Sentado a orillas del camino.
Con gozo, riendo; cantando inefables canciones de amor.
Simplemente por eso.
Porque encontré felicidad muy niño.











Sobre la piedra tú.
Sigo tu rastro imperfecto al sol.
Del húmedo rincón lo amorfo es sublime.
Escondido en el huerto final, lo diferente se hace cargo.
Canta la armonía disforme.
-¡Viva la diferencia cantan los libres!-
Que un palmo de tierra para todos alcanza.
Desfilando los hortelanos muestran diferentes flores.
Las copas de sus vinos empapan las espaldas de los puritanos.
Siguiendo tu rastro esplendoroso.
El encuentro soleado besa tu tiempo de profesora caracolito
En amarga voz titubea el canto de los tristes para perderse.
A ti te molesta la mentira por eso buscas el sol-
Harto de multitudes busco el rincón oculto.
La palabra sencilla.
Forma imperfecta.
Porque eso fui, diatónico en un mismo canto.
Lo diferente se expresa cantando:
-¡VIVA LA DIFERENCIA!-








Hay que soñar para no morir.
Levantarse sobre los duros peñascos para ver el horizonte.
En la verticalidad de la vida hurgar espacios vitales.
Limpiar el agua y el vaso para vencer la sed.
Partir el mendrugo para saciar el hambre.
Sin dejar de mirar lontananza horizontalmente.
La esperanza es nuestra.
Tener esperanza es gritar y reír en el gol.
Vencer los desiertos interiores para que lae s piedras florezcan
Eso es soñar.
Romper la barrera de lo cotidiano para explicar lo imposible.
Levantarse una mañana en lo cotidiano.
Transitar la ciudad periódico en mano.
Sin olvidar que todas las calles y las casas.
Que la silla y la mesa del desayuno.
Que la oficina y el medio de transporte fueron un día de alguien un sueño.
Por eso eres una gran autoridad.
Un gran jefe.
-¡Perdonadlo todo al subalterno!-
Pero no les perdones que no intenten volar.
Porque al intentar volar despejaran las canchas.
Y conservaran los sueños.









Pides una reflexión planetaria Caracolito.
-¿Siendo tierra puedo decirte la extensión de futuro?´-
Lontananza en tiempo y espacio como una sola ecuación.
Pararme en el espejo del mar y decir lo que soy.
Ser austero para que no se acabe.
Ser fraterno para que no se desintegre.
Aire, mar y continente  como una ronda.
La danza trófica de los latidos.
El canto del rio que no cese.
Las tundras salvajes como faldas de los grandes arces.
Los engreídos montes sin sus trajes rasgados por la minería.
-¿Qué puedo decir yo caracolito si soy un empecinado optimista?-
Si un dia a mediodía vi sediento el Loa occidental.
El respeto a los elementos era una cuestión de amar.
-¡No se le tira piedra al océano porque se puede enojar!-
Reí de la pobre vieja, todos reímos.
¡Pero es cierto!-
Vengo haciendo planta en mis invernaderos para vencer la sed.
En las raíces profunda de todas las cosas pienso.
Pides una reflexión planetaria Caracolito.
Por el día de la liberación planetaria.
Entonces fui al baño, donde evacuan las aguas, salen los detergentes.
El baño donde exhalan los aerosoles.
Fui al baño, digo.
Me mire al espejo y descubro.
-¡El planeta soy yo!


                                               lunes, 25 de mayo de 2015


Busqué tu rastro caracolito tanto tiempo en tantos años.
Sin libretas ni direcciones que no se me ocurrió la montaña.
No pregunte en lo establecido,  pues no les creo.
La mirada azul de tus ojos claros no podía estar en los cardes.
Porque eres libre solo busque tu rastro cerca del helecho que flamea.
Por ciertos caminos hablaron de ti pero no os conocían.
Vuelo del cóndor silencioso, perdí tu canto; tu padre nuestro emocionado.
Por todas las aulas os he buscado.
Estabas enseñándole al agua su correcto curso.
Y ahora que sabemos leer  lo puro de tu sonrisa escribe sobre el barro.
No te pierdas para no tener sed.
Anota tu rastro de plata sobre las hojas blancas del calendario.
Hazme un signo entre las piedras, no te quiero perder.  






Como todos los  moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral te escondes en tu refugio de tiempo.
Escondes tu origen terrenal.
 Dulceacuicola  de las piedras desnudas donde un día fui alga de largo pelo.
Encendí el faro alto sorpresivamente encontrándote.
Dijeron que me dejaron en las rocas para perderme,
Pero estabas de antes, tu estructura cefálica me miraba desde la niebla prima.
Después del agua, posterior al viento.
La verdad no sé cuándo.
Porque siempre has sido pero ausente de los valores y costumbres vagas.
No te sumas al sistema, eso te hace ser un canto limpio y puro.
Como el rastro de tu voz plateada como el mudo grito de la puna.
La colonia de tus pares no te conduce al duro oleaje.
Eres recoleta observación y silencioso recorrido doncella estelar.
Contigo y los tuyos entre al puerto austral.
Era mi primer viaje en la torpe individualidad desde el carbón a la marinería.
Mi condición morena de húmedo cochayuyo disminuida por tus ojos de cielo.
Entonces aprendí que tendría que dar la batalla, porque Dios da victoria.
Así se comenzó a escribir a ciega el futuro.
Con mi plástica rigidez y tu mirada de sirena.













Perdón por el relato de anécdotas.
Tanto tiempo caminado.
Tanta fe testimonial.
… te encuentro a ti…
Las anécdotas:
Son las declaraciones de testigos bajo juramento acerca de la verificación de ciertos hechos que se controvierten en el juicio, de los cuales han tomado conocimiento en forma directa 
Que al encontrarte en  la playa de la vida.
Me complazco en lo extenso de tu ser.
Que me extiendo cuan largo soy por caminos rwecorridos.
Tal vez sea terriblemente hermoso ir de dos en dos contigo.
Asirme de sandalias para volver a los arenales donde grite tu nombre.
Por eso te hicisteis tal vez caracol.
Porque un día nombre prohibido gritado en oculto silencio.
-¿Quién era entonces para verter el agua y afanar la espuma?-
Temor de gritar prohibido el  nombre.
Pero hoy ya roto los tules que  movió el viento.
Quiero explicar cómo vine a rastras por tantos senderos.
Los Cariz fueron sefaradíes advenedizos.
 Pero los Meza fueron invasores desde el mar
que desembarcaron en las playas del Mataquito .
por eso te encuentro caracola de extendikda playa.
Solo intenté el relato de la luz para traer rocallosas piedras a tu monte andino.
Perdona este torpe relato expuesto como ofrenda a tu sonrisa.
-¿Qué pasaría si en silencio como escudero trepo las dunas de tu playa?-
Para seguir solo el perfume.
En el antiguo noble intento.
Para que la cascada de cristal limpie miradas.
Silencie la historia que te llama.
Y ser solamente siendo.
Alga morena dibujada por la miel de sol que deja tu cuerpo.
Por eso disculpa mis anécdota…
Extenderé lo  mas torpe de mis huesos.
Inclinándome ante la concha que llevas con los cantos del mar.
Montañesa agreste y sutil, déjame ser la vaguada que en el alba te moja.

(Caracol, caracol; saca los cachitos al sol.
Tal cual somos, sin ningún revés.
Haz brillar en ti la luz.
Siento tu canto vegetal sobre los helechos peinetas.
Dime toda la poesía que aprendisteis en la montaña.
Destapa los hombros de mi otoño con tu primavera.
Muéstrate cuan larga eres extendida en los caminos.

Caracol, caracol, saca tus cachos al sol.
 Cuéntame si es verdad lo que dice don Pascual.
 Cuenta que un millón,
un millón de años atrás,
eras tú, caracol,
un bichito sin hogar.
Pero, en una ocasión,
te agarró una insolación,
que ablandó el corazón del buenazo padre Sol.
Y una casa te dio, mas con una condición:
de que la has de llevar donde quiera que tú vas.
¿Es verdad, caracol, lo que cuenta don Pascual)

Claro al sol dulce caracol
Cierro mi diccionario.

Quiero verte asolear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario