Como sin
boca en el interior de la boca del lobo.
Buscado
padre, hijo y espíritu también.
La negra
cola del secretismo infame entre guerreras negras.
Los pies de cenizas entre desiertos y bosques.
Insisto, en
el sindicato del vidrio se nos quebró la espera.
Con un
dolor de ánimo
que nada
puede como selenio rayo sobre los campos
agrestes..
Un juez de
agua silenció las lluvias consagrando inviernos.
Al bajar
por el cordón umbilical el ala, tomo agua en el río.
Sin
informarle a nadie siguió cuesta abajo.
La cobarde
metralla fue quijada de burro en el mágico edén.
Menopausias
de mujeres formaron colas de llanto.
Las canosas
calvicies deterioraron al sol abrumando con historias.
El
centinela del tiempo cebó su amargura en la pequeña calabaza.
La pobreza
de amor no tuvo cigarros para seguir esperando
y busco
amantes de cantinas miserable.
Años ciegos
entre pólvora y vacío.
-¿Cómo
nadie sabe nada, si el potro de la muerte jaló del gatillo?-
-¿Y los
alcaldes designados con edilicios designios?-
En los
potreros la pala hurgó de silencio la tierra.
Los terratenientes
flamean de ignorancias sus labios.
El nieto
acusa con el heredado reloj dibujando en la pizarra.
Es el león
con el poto quemado que mueve la cola para ocultar la cicatriz.
De loma en
loma anduvo buscando al hombre.
Cuando encontró
al niño le pregunto por el hombre.
Sin
escatimar crueldad en la tortura:
-¿Eres tu
el hombre?-
-¡No!-: Dijo
el niño.
-¡Soy un
niño, voy para hombre!-
-¡Mira! le
dijo el niño
En las hogueras
que vez de lejos están los hombres.
Cruzó el
paraje como vil asesino.
Al
encontrar al sindicato de herreros el león los enfrento.
-¿Ustedes
son los hombres?- el león preguntó.
-¡Si somos
los hombres!- Desde el sindicato respondieron.
Al
enfrentarse, con una tenaza le marcaron en el poto el cuero.
Y salio
corriendo el asesino de carnero.
-¡Impune y
sin muerte!-
Gato, puma
o león, siempre el felino se extasía con
el olor de muerte.
En el monte
hay arroyos que cantan en el silencio.
Agua que enmudeció
.de espanto.
-¿Cómo
podría ahora mojar el surco de los muertos?-
Quebraron
el himen de lo ríos para que no hablaran de quebrados huesos.
-¡Es verdad
el negado pacto de silencio!-
Siempre es
helada la noche en los inviernos.
Aun que de
andar los pies ya no los siento.
Pero
buscare la estirpe robada hasta último aliento.
Jueves, 14
de Agosto de 2014