Silencio
del andar constante.
Yo que
tengo mar y distancia para los que amo.
Y en la
curva fiel del sentido tocado a viento.
Solo somos
instrumentos de un sonar mayor.
En un
pedazo de olvido siento mi silla de paja.
Meciendo
los maderos en gastados huesos del tiempo.
Te amo a ti
sin decirlo canto al fondo del jardín.
Andando al
mirar cuando tu perfume siempre.
Ardiente
ceniza de sereno ocaso.
Amor, ayer
en tu cintura este sol del aliento.
Juglar del
ser andante me dieron como un torniquete.
Creciendo
en mejillas de siempre con rosas tiernas.
Rojo de
vivir en la verja costera volada de alondras.
Entre los
que jamás me quisieron hice un poema.
Pequeño
chocolate para tu sur de fuego.
Por eso
digo siempre cuando te veo en las facciones del mar.
Martes, 03
de Julio de 2012
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